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La maternidad de la Virgen es el medio para elevar hacia ~ Dios los sentimientos del corazon del hombre. ——eee . §. I. Armonia del sentimiento y de la raxon. — La concordia mas admirable entre los dictémenes del en- tendimiento yr los deseos de la ve era el resultado del. estado en que Dios habia constituido. al hombre al criarlo. Mientras hubo esta bellisima armonia , no deseaba nada la - parte sensible, sin que existiese una conformidad absoluta _ con la racional, porque la concupiscencia mala no se habia desenvuelto todavia contra el espiritu. Todo era paz y amis- tad entre la parte inferior y superior de nuestro compuesto, entre esta especie de dos hombres que hay dentro de cada uno de nosotros, y se disputan el predominio de nuestro mis- mo compuesto. Todavia n oo ihe: la lucha encar- _ nizada entre la ley * 1 del espiritu yen concordia, -y ninguno sap. ante inte indavigeee de la es- pecie humana, que no esté siempre en combate consigo mismo, resultando el triunfo de la concupiscencia mala, si se deja arrastrar de sus deseos corrompidos,. 6 el de la razon, si ayudada de la gracia celestial, refrena los impetus bru- tales de la carne y del sentido '. ee Lo que San Pablo decia de si mismo, no es mas que tna descripcion de lo que pasa dentro de cada uno de nosotros. Veo, dice, dentro de mé en mis miembros otra ley, la cual repugna 4 la ley de mi esptritu, y me sojuzga 4 la 79 4 A Eat at 2 i pS aM ad hd ar Bae