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75 conservarse y permanecer en el sér que les ha dado. La reli- gion ensefia ademas al hombre, que Dios es para él un pa- dre que lo ama con ternura, y solo tiene por mira la dicha de su hijo querido en tantas riquezas y tesoros como le da en la tierra, y en otros mas preciosos que le reserva para el cielo. Todo esto lo registra nuestra inteligencia, ora en la ensefianza divina de la revelacion, ora en ‘las cosas visibles, : pues todas Hevan el sello de la mano de Dios. Pero parece que este Sefior ha querido que nuestros ojos viesen y nues- tros sentidos palpasen los cuidados amorosos que tiene con nosotros, y para eso nos dié & su Madre: esta Madre de Je- sus, al recibir la mision de serlo tambien de los hombres, empez6 4 ser el trasunto mas acabado de lo que es la provi- dencia amorosa de Dios para con las criaturas racionales, y mas en especial para Jos que lo temen, le sirven y lo aman. Por esto se ve esa’ simultaneidad que tienen en todos tiempos el Hijo de Dios y su Madre respecto. de sus destinos temporales. Desde que se decreta en la eternidad salvar al hombre perdido en Ja sangre del cordero de Dios, hasta que el sacrificio de este mismo cordero se consuma en el tiempo decretado por su Padre, andan aquellos juntos en todas las cosas: 4 un mismo tiempo se‘decreta que el Verbo eterno se haga hombre, y que sea criada la Virgen que ha de ser su madre: juntos. aparece poe Dareise terrenal, derramando el aa ad ran aS corazon de los ae e Eva a -restauracion: Sahea eae: ee el paraiso del Gélgota, donde el nuevo Adan lava 4 todos los hombres de la mancha de la culpa, y la nueva Eva engen- ‘dra 4 estos mismos hombres en las entrafias de su amor. ‘Bajo este aspecto han mirado los santos Padres 4 la Vir- gen, cuyos oficios maternales encierra San Anselmo en estas palabras: «En verdad, todas las cosas que Dios crié’ en es- tado perfecto, decayeron de su perfeccion primitiva: pero por medio de la Virgen fueron restituidas 4 su estado anti- guo. Por lo tanto, me atrevo 4 decir y afirmar con toda se- guridad, que puede decirse de la Virgen lo que Juan evan- en eS ee ee ne ane eee
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