BCCPAM000542-2-33p03d00000000

dia de Dios sigue en la mente de la Virgen 4 este conaci- : miento que descubre de sus secretos. Lo que dice en “segui- da es, como el himno del mismo cdntico con que ‘su- alma ensalza al Senor. Bendito sea el Dios de nuestros padres: Dendito sea Jehova, el Sefior, el Adonai, él Dios de los ejér- citos, que lena los cielos y la tierra de sus misericordias; bendito sea por el amor que tiene 4 nuestro linage, bendito por las obras de su poder, y su misericordia. Séres grandes y sublimes, ensalzados3y glorificados por el Sefior, y ador- nados por él de gracia y de virtud se sentaban en tronos refulgentes, y debian entonar eternamente himnos de ala- banza_ y bendicion al sér infinito, que los habfa criado y for- mado refulgentes como el lucero de la mafiana, si hubiesen mirado con vista humilde 4 su Criador yoobedecido 4 sus mandatos; pero, “muy pronto .suses se Vieroncorti porque quisieron subir mas arriba, y sentarse en el monte del testamento santo, donde taneon se eclina, el que es tan eterno en su sér, como infinito en su ciencia é ‘inmenso en su poder. Pero en cambio, Dios miré 4 los humildes, que do- blan su frente ante su magestad infinita, y no atribuyen 4 sus propias 1fuerzas las excelencias que poseen, sino que se _ humillan bajo’ la mano del omnipotente, de cuya misericor- dia reconoce weehan -Tecibido la gracia para empezar, para con 3 pe severar hasta el fin. Esos tronos que estuvieron mt ios para | 4 tebelde y sus se- oe oS por su Orgullosa , Dios mnserva a a nay ensalzd d is wud STOP PY ~¥ no se content con esto, continta la Vines? la itu. ricordia de Dios, pues colmé de felicidad 4 los que ensalzé, ‘dindoles riquezas inestimables y hartura completa, dejando espojados y desnudos de todo esto 4 los que tenian estas ri- quezas y se gloriaban en ellas. Y no éran aquellos, sino los humildes, los que temian 4 Dios, los que viviendo en este ‘4 Deposhit potentes de sede, et exallavit hnmiles. (Luc. cap. 1, v. 82.) rane 7 @

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz