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. bite’ miseramente 4 la reprobacion eterna, ‘sodeatal Dios lo miré con misericordia, salyandolo de la muerte eterna, sin exigir del hombre por tantas misericordias, sino que lo amase, y lo temiese, y creyese que sus palabras se habian de cumplir. Y esta misericordia es tan solo para los que te- men 4 Dios, dice la Virgen, pdrque solo estos lo aman, y creen en sus palabras. ‘Una vez puesto en! claro, que nadie se salva sino porque Dios lo ha mirado con. misericordia, Maria da un vuelo ra- . pido, recorriendo en un abrir y cerrar de ojos los sucesos de los tiempos. primeros del mundo, los medios y los «ultimos, interndndose en el reino de los espiritus criados, y contem- _ plando con vista penetrante las obras de rebelion de los ma- los y sus conatos de destruccion de los designios divinos, mirando por fin de hito. Sashifp al pula: Dien. ce ia aman dezas esti refiriendo. 40 heme eb ; Para llevar 4 efecto esta obra de sus ‘misericordias, ‘dice. la Virgen, Dios ostenté la fuerza de su brazo: porque huvo desde el principio séres altivos, orgullosos y rebeldes, quie- hes no quisieron amar 4 Dios ni temerlo, ni obedecer 4 su santa y dulce voz. La justicia eterna, ultrajada tan vilmen- te por los que se Jevanteran, contra Dios en su propio alca- uO Secuaces, @ i unit que nuestros. primeros sion rare com- paiieros de su apostasia, para que lo fuesen tambien de sus. tormentos: en el infierno. Gloridbase este enemigo de nuestro linage de haber con- : seguido lo que deseaba: pero él no podia penetrar en el santuario de los designios de Dios, que compasivo y miseri- cordioso, habia decretado hacerse hombre para salvarnos con su sangre y librarnos de las iras de Lucifer, encoleriza- do contra Dios porque lo condend en su justicia; y contra todo el género humano, porque lo honré y ensalzé al criarlo en su misericordia. Creia el enemigo que habia conseguido ToMO Ill. 4
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