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34 la cual lo habia criado: pero exigié una reparacion de Jq ofensa hecha 4 su santidad infinita, y la exigié condigna y de un mérito infinito, lo que no podia darle ningun hijo de Adan, que viniese al mundo segun las leyes universales que modelaban su, existencia: pero él, siempre misericordioso, habia previsto desde Ja eternidad la caida del hombre, y ha- bia tambien decretado su levantamiento, y rehabilitacion; Sin embargo, quiso Dios que quedase en pié la analogia, ganando los hombres mucho. mas en la sustitucion , que. lo que perdieron en la -prevaricacion: Adén y Eva eran siempre aquel hombre y aquella muger, , & quienes todo hijo suyo debiese la vida natural: mas, supuesto que ellos por su apostasia habian perdido para todos sus hijos la gracia y la justicia, Dios proveyé de un nuevo Adan 'y de’ una nueva Iiva, por medio de los cuales todo hombre fuese engendra- do 4 la vida.de la gracia. El Hijo de Dios humanado y su Madre son estos padres de todos los vivientes, pues serdn estos adoptados por hijos: we Dios: en * we =< natural, — viene 4 salvarlos. HHT REIS ATRIA. na evez; ildahinidansidiees: seidivetedbie hay que ents que de-bristenittandéte mugen que ha de'ser Madre de Dios, © tiene que ser regulada por una série de decretos vistos en la eternidad, cuyo cumplimiento se verificaria al llegarla plenitud de los tiempos. El primero de estos decretos, y el cnal podemos decir que es el regulador de los demas, es el de la predestinacion de esa muger 4 la maternidad divina, siguiéndole su inmunidad delpecado original, y el leno de gracias y privilegios para ser dignamente Madre de Dios. Todo esto se compéndia con decir que tovlos los’ hombres fueron predestinados 4 ser hijos adoptivos de Dis, mien= tras que la Virgen lo fué 4 ser la Madre ‘natural de Dios, hecho hombre. Dicho esto, no hay para qué siquiera insi~” nuar cual serfa el gran esmero, con que se miraria en el -consistorio divino Ja formacion de esta criatura. ‘Todos 103 demas hombres eran criados para recibir la gracia; Maria lo era para tener en si todas las gracias; jqué interés no to- marian las tres personas de la Trinidad adorable en adornar A esta criatura donde habitaria Dios, de quien’seria engen- al 4 3 i ates cach