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mancebos, candor en los nifios, paz en las familias, ‘prospe- ridad en los pueblos; honra en las naciones. -O Maria, reina del cielo, Sefiora del mundo, sinieecilieia ee. de los siglos, alegria’ de los angeles, corona de los santos, Madre de los hombres, vencedora del infierno, triunfadora de Satands, luz de mi entendimiento, inspiradora de mi alma, balsamo de mi corazon, yo te alabo, te bendigo, te en- salzo y te glorifico, porque me has alcanzado de tu Hijo la gracia especialisima de poder contemplar tus grandezas, se- guir con mi pensamiento tu carrera mortal entre los hom- a bres, y considerar tambien tus glorias inmortales. Tu, Se- H fora, has sido la estrella que me ha guiado siempre: ta la compasiva Madre que me has tenido de tu mano, para que no cayese en poder del enemigo; ta la que has iluminado : mi entendimiento para que’ pudiess: contemplar el inmenso- a pidlago de tus excelencias: Yo me postro ante ti como tu esclavo, pues eres mi Sento: ra; yo me humillo con temor y amor reverencial ante ti, pues eres mi Madre: yo me inclino con profunda sumision - ante ti, pues eres mireina. Tuya es mi vida, y solo quiero emplearla en tu obsequio: tuyo es mi afecto, y solo quiero que se dirija & tu corazon: tuyo es cuanto yo soy, pues todo es debido 4 tu piedad y grandeza. Dios te salve, pues, tesoro 4 del cielo, trono de Digs, talamo del Padre, reclinatorio del Hijo, retrete de oro del Espiritu Santo: Dios te salve, cielo’ animado, templo sagrado, vaso precioso de los aromas de Dios, rosa fragante de todas las virtudes: Dios te salve, Cla- vellina del valle, nardo del vergel, azucena del campo, gozo del empireo, consuelo de la tierra, honor de las mugeres, — alegria de tu pueblo, envidia de los siglos, estupor de los angeles, terror de los espiritus malos, puerta del cielo, llave i del paraiso, gloria del sacerdocio, tesoro de la Iglesia, mi dicha, mi gloria, mi refugio, mi esperanza, mi consuelo, mi amparo, mi felicidad, mi amor. Permite, 6 Madre, que en este santo dia te recuerde lo as que eres y lo que somos nosotros: ti eres Sefiora del mundo, y nosotros unos desgraciados, que apenas podemos hacer mas que orar y llorar. Tiempo es ya de que des una prueba