BCCPAM000542-2-33p03d00000000
t le espada sin razon, ni la manche con deshonor: al nave- gante, que no cometa tropelias en lejanas tierras : & Ja vir- gen que una el amor puro al dleo de las buenas obras: al joven levita, que vea si lo llama Dios al honor de la estola sacerdotal y le sirva con pureza y fidelidad: al abogado, que no mire al dinero que relumbra en las palmas de la mano del rico: al juez, que no incline su balanza al lado, donde hay razones de oro, sino al que tiene el interés de la justi- cia: al esposo, que conserve su lecho inmaculado y no abuse de su superioridad sobre la esposa, y 4 todos por fin que se contengan en los limites, que Dios ha puesto 4 todo el que tiene que inclinar por fuerza su cerviz ante una fosa. ;O santa libertad la de la religion catdlica! Con ella se criaron los creyentes, se formaron los apdstoles, se nutrie- ron los martires, se formaron los confesores, y fidrecieron las virgenes. ;O libertad admirable la de‘aquellos hombres que obedecian gustosos 4 Diocleciano, 4 Juliano, cuando les mandaban salir 4 batalla contra los enemigos del imperio, y les decian con entereza que no podian obedecerles, cuando ‘les prescribian cosas contra Dios! ;O libertad santa, la de un Agustin, un Gerdnimo, un Crisdstomo, un Ambrosio, un Minucio Félix, un Anselmo, un Isidoro, un Tomas de Aqui- no, un Buenaventura, y un ejército innumerable de sdbios, que ha tenido la Iglesia! Estos hombres eran libres, libérri- mos para pensar, para discurrir, para raciocinar , para en- sefiar, para escribir, y para publicar sus pensamientos, ha- biendo escrito, ellos solos mas yolimenes, que dias tiene el _ mundo: pero al mismo tiempo respetaban una santa escla- vitud que tenian: esclavitud que reconocian, porque eran sdbios, esclavitud que veneraban , porque eran cristia- — nos, esclavitud que adoraban, porque querian salvarse. Sa- bian estos sdbios verdaderos que podian hablar de Dios, es- cudrifiar sus grandezas, elevarse en el estudio de su natu-— raleza, y publicar sus misericordias ; hélos ahi bien libres: pero sabiam que no podian comprenderlo, ni 4 él, ni sus misterios, ni sus atributos, ni sus glorias mefables, y no | daban un solo paso donde sabian que se verian oprimidos por la gloria de la magestad infinita, hé ahi la santa escla-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz