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21 la fuerza de la astucia, del error paliado, de la here- gia disimulada, y de cuanto hemos visto ponerse en juego por espacio de diez y ocho siglos para atacar dla ‘Iglesia; y todo junto pondria sitio 4 la ciu- dad de'los santos '; descubriendo. por todas. partes sus baterias. Serian fuertes y formidables sus ataques: pero todos en vano, pues los poderes del infierno no prevalecerian contra la Iglesia *,,y ,por qué? Porque _ Jesucristo ‘estaria con, ella, hasta el fin del mundo, asistiéndola con su..virtud.y protegiéndola con su fuerza. Pero Jesucristo habia ganado. estas gracias para su'Iglesia con haber derramado su_ sangre, la cual no solo era suya,, sino de. Ja Madre que se Ja ha- bia dado. Era pues conforme 4.razon..que si.el medio de aleanzar'un fin pertenecia 4 los dos, al Hijo y 4 la Madre, el fruto dela victoria -y el resultado del fin conseguido, fuese tambien propiedad de los dos. La Virgen fué por lo mismo,tenida desde el prin- cipio, por lo que es, el terror del abismo, el espanto de los espiritus malos, el, martillo de los herejes, la protectora de la Iglesia y Ja, defensora de los fieles. -_-Y era todo esto una pertenencia, natural, de la Virgen legada por ‘derecho, natural por su Hijo. L Madre’ y el Hijo segun las prescripeiones del derecho natural se heredan miituamente.. La Virgen Maria era'la heredera\ natural de su Hijo, Jesus; y habien- do este muerto antes que ella, por derecho natural lav reagent los bienes que hubiese adquiri- dT? ' Apoc. cap. 20, v. 8. * Matth. cap. 16, v. 18,

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