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y cual podrd ser el. J - esencialmente cuanto es de. su Padre. La respuesta es bien - Obvia: interesa 4 Dios la gloria de su nombre, gloria que 274 do la mas esencial en el enlace’ el gran interés, el interés vital, la union del hijo con la esposa en-lazo de amor puro, para que estén ambos unidos al padre que los enlaza y bendice, y 4 los hijos que han de tener. La elevacion de la Virgen 4 la maternidad tiene su término en wna union de familia, union inefable de intereses comunes con el Padre, y el Hijo, y ‘el Espiritu Santo. Solo hay que advertir la dife- rencia infinita de esta union de familia comparada con Jas. alianzas humanas: en estas los intereses nunca’ pueden ser el verdadero vinculo de los esposos; siendo aquellos mate- riales y transitorios, se. suponen, p ro no son los que unen las yoluntades, uniéndose estas solamente por } actos expre-~ sos-de volicion y de amor. En la alianza de la Virgen las ' riquezas son el mismo amor, y el acrecentamiento de estas — riquezas consiste en la difusion de este mismo amor, ha- — ciendo que su fuego prenda en todos los séres, que son ca paces de amar. Los tesoros de apdobes son el mismo Dios con todos sus intereses. Se preguntaré acaso cuales. son. los intereses de Dios Pa ’ dre, que es felicisimo en la. generacion eterna de su Hijo, trim: mnio de este mismo Hijo que posee no puede transferir 4 nadie ', y esta gloria no solo consiste en aquella esencial é interna. que tiene.de engendrar 4 su Hijo Unigénito, sino en, aquella otra externa de que todas las criaturas. racionales lo conozcan, lo amen y lo adoren. Tambien el Hijo tiene una gloria, -y muy grande, en que el, patrimonio que le dié su Padre *, salga del estado de ruina en que cayé por la apostasia del primer hombre, -venciendo ‘en combate singular al espiritu rebelde que quiso destruir las obras de su amor: y por fin, tambien el Espiritu Santo tiene una gloria singular en santificar las almas por medio de la gracia, para que, dejando las obras de la carne y del pecado, sean todas templo y morada suya. Y jqué! jNo ha 4 Isai, cap. 42, v. 8 * Psalm. 2, v. 8.

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