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cluye con postrarse los ancianos sobre sus rostros y adorar al que vive por los siglos de los siglos'. Cuando estos ancia- nos adoraban al Sefior, tomaban ‘ sus coronas, y las ponian todas ante el trono* Esta escena sorprendente y admirable tuvo lugar tambien en el gran dia de las tres coronas, que puso Dios sobre la fren- te de la Virgen. «Los ancianos y los santos, dice el beato Al berto Magno, colocan sus coronas ante los piés del Cordero, reconociendo que todos ellos han sido coronados con aquella bajeza y naturaleza humana que recibié de la Virgen. Y esta Virgen es aquella muger, que tiene una corona de doce estre-_ ~ Ilas, es decir, de todos los. Santos, porque todos han’ sido co- ronados por ella. » 3 «Colocan los Santos sus coronas, dice San Antonino de Florencia, ante los piés del Cordero, recono- ciendo que se lo deben todo 4 la santa humanidad, que tomé de la Virgen. Esta dijo, que desde entonces la llamarian bien- aventurada todas las generaciones, por cuanto Dios miran- do 4 su bajeza, se habia hecho hombre en ella: por consi- guiente, cuantos han sido regenerados, deben tener 4 Maria por ssu madre.» * De esta manera establecen estos tedlogos — nentes.el principio d e ser deudores los santos al Cordero sin mancilla y 4 su. madre, de las coronas que cubren sus sienes: asi el ultimo de ellos, se dirige 4 los ciudadanos del cielo y les hace esta interpelacion: «Reinais y reinais para ‘4 siempre, 6 habitantes de la patria eterna: pero decid: yquién os ha obtenido ese reino? y oigo que me responden, no lo dudeis, es la Virgen Maria, la Reina de misericordia, cuya piedad esta en el cielo, la que con sus ruegos, sus auxilios y su intercesion nos alcanzé el reino celestial.» § {Quién podra describir, siquiera con ligeros raggos, el su- blime conjunto de guirnaldas y auréolas que los moradores del cielo fueron poniendo 4 los piés de la Virgen, cuando esta se senté en el trono de Reina junto 4su Hijo Dios, y fué coronada por la augusta Trinidad como Hija, como Madre 4 Apoc. cap.5,v.8d14 2? Id. cap. 4, Vv. 10. 5. Sup. Missus est, cap. 185. 4 4part., Uitul, 15, cap. 2, §. IL ‘Td. ibid. §. I. ,