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dacion, pues ya en el-siglo cuarto de la misma decia San Ambrosio estas palabras. «Suelen los que sulean los mares mirar 4 la estrella, que esté en lo mas alto de los cielog, — para dirigir con su vista la marcha de la nave, y llegar agj al puerto deseado. Del mismo modo, hermanos’ mios, ‘cont viene que todos los cristianos miren 4 la Virgen Maria ,“que esta colocada en el ultimo vértice de las cosas junto 4 Dios, y ordenen su vida mirandola 4 ella. Y esté seguro el que lo hiciere que no lo doblara el viento de la vanagiloria, no se estrellara en los escollos de la adversidad, ni se arremolina- ré en la voragine de los ge nee —. & — procreation wt mutabe Beat Ash! heBlabeiel ioriculo det ni cuarto, no -iiairbgeiNe as este sentir otros santos doctores de aquellos tiempos y de los que les siguieron. De este nombre decia San Metodio?, © que esta lleno de bendiciones y gracias: San Efren, que es — la puerta del cielo: y San German que es como el ambien- te, que da vida al alma. «Asi como nuestro cuerpo, dice, tie- |_ne por sefial de vida y de accion vital la respiracion , asi el — ' santisimo nombre de la Virgen, no solamente es sefial de alegria y de auxilio-en todo tiempo, lugar y circunstancias, sino que lo concilia y lo procura, siendo ademas este nom- bre el que repele todas las invasiones del enemigo malo.» ‘ » Maria; dice San Pedro Damiano, es el terror mas espantoso de ‘los espiritus malignos 5: y su solo nombre es tan terrible- para ellos, que los que lo pronuncian, se salvan de ‘sus gar- ras, porque apenas lo pronuncia su alma, la sueltan, aun- au la tengan ya agarrada °. . Con'esta leche habia sido nuttida: la Iglesia sanenads por el Espiritu Santo: lo primero que sus hijos aprendian en la lS Ba Bi a) eS +. Lib, deLaudib. Virg. Puede verse lo que hemos dicho en la 2.* parte, libro docimocuart, §. 1, pag. 26. _ #. Orat. in Hyppapant. Domin. * In deprecat. ad Virg. eget. de zona. ~ % Serm. de Natiy. 6 Be Rongy. in Psalm. 5.

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