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i a Pero. este fendmeno deja de serlo, y mucho mas de ser incomprensible, cuando se tiene fe, y se sabe por ella, que precisamente en la iinvocacion de este nombre de Jesus esta toda la fuerza que se necesita para resistir con seguridad de triunfo 4 todos los embates del poder del infierno. La Iglesia lo sabe: bien, desde que estaba en su cuna. Cuando un tulli- do alargé la mano 4 Pedro y Juan pidiéndoles una limos- na, lo contesté el primero, que no tenia oro ni plata, pero que le daba lo que, tenia: lo que el Vicario de Cristo tenia era una fuerza y virtud encerrada en el nombre de Jesus, dando al, paralitico una. gracia 4 virtud de este nombre: en ‘el nombre de Jesus, le dijo, levdntate, y camina, y el paralitico se eché 4 andar alabando 4 Dios '. Y no ha hecho despues otra cosa. laIglesia catdlica, para defenderse de sus enemi- gos y desbaratarlos: & emperadores, que la han querido se- pultar entre hacinas de martires;.4 monarvas hipéeritas, que la-han querido » er, grillos dorados, para’ privarla de la nobleza de su origen y su oficio: A Aaciones salvages, 6 de civilizacion racionalista, que la han acometido con falanges de soldados, 6 con manadas de asesinos, 4 cuantos han in- tentado sitiarla, atacarla y destruirla, ella les ha contestado lo que San Pedro al paralitico: yo no tengo oro para sobor- nar, ni plata para pagar ejércitos, ni legiones que oponer, ni fildsofos de mala Jey ni esa politica falsa, insididsa, sus- picaz, mentirosa y trai aldor con que quereis destruir la ver- dad, aparentando que la protegeis: pero 0s pongo. al frente lo que tengo para defenderme de vuestros ataques y vues- tras intrigas, el nombre de Jesus. Esto ha hecho Ja Iglesia, y ahi la tenemos floreciente y hermosa hoy dia, como lo era ‘cuando: estaba reducida 4 Jesucristo y su Madre, con:sus doce Apéstoles y los discipulos, es decir, despues de mil ochocientos sesenta ¥y ocho afios de guerra con el rey de las tinieblas. Pero, bien sabemos todos, que ese aomies no. es el solo que ha sido invocado: y eso lo sabe la Iglesia desde su fun- ' Act. cap. 3, v. 6.

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