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204 éeuttaido del contacto de un individuo con otro para d ae brirse, y de] tiempo para desenvolverse, asi como la planta : que tiene dentro de si misma la sdvia de su vitalidad, se va desarrollando, 4 medida que el contacto con el calor va sien. ‘do continuo. No hay que distinguir para eso de familias, nj buscar las opulentas, las cultas y las de educacion ‘fina y esmerada; porque se encuentra lo mismo en las que viven entre toscos albergues diseminados en el bosque, sin poseer las reglas de cultura del hombre de corte, y aun en el ;seno de aquellas mismas, que no conocen la moralidad de cos- poke en grado perfecto, y quizis deben al crimen el pan con que se sustentan. Porque aun en el seno de estas wlti- mas ‘familias ‘sé encuentran existentes esas relaciones inna- tas, atendido que en medio de la ferocidad con que los hijos desalmados arrebatan 4 los viandantes lo que Ilevan, y 4 pe- sar de tener olyidados los que obran asi los principios de la ley natural, cuando Megan con el botin 4 presencia de los - autores de su existencia, reconocen que i ley una parte de ~ alos que les dieron el sér que t ienen. ste sentimiento no es hijo del calculo, ni, de. la ciencia, yi solo reconoce por maes- tro 4 la natu tiene que decir el rey al principe su hijo, qu Maes el trono, ni el opulento 4 su here- © dero, que 4 él sera deudor de las riquezas, pues todo eso se lo: dice a cada uno de ellos su corazon, y se lo inculca una 1 que sale del santuario de su propia conciencia. : Sucede otro tantg en la Iglesia, que es una, sociedad tan perfecta como la de la familia, vinculada con mejores lazos que los naturales, pues §son estos los de la caridad, y dirigi- . da 4 un fin mucho mas noble y enteramente superior, cual ae _ es elde -procrear cada dia nuevos hijos, que conozcan 4 Dios y lo adoren. Los innumerables hijos de esta gran familia sa- ben que son herederos de Dios y coherederos de Cristo +, y por consiguiente, que son hijos de Dios 4 quien con toda efusion de corazon pueden llamar padre *. Pero jhay!acaso necesidad de preguntar 4 estos hijos de la Iglesia quién es su madre? + Rom. cap. 8, v.17. * Ibid. v. 18,

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