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eS eee Kees MOS a ones gi _ LIBRO TRIGESIMOSEXTO. Segundo triunfo de la Virgen sobre Lucifer. —— El misterio dé la Encarnacion del Hijo de Dios es la obra mas admirablé de la omnipotencia divina, contra la cual se estrellé toda la ciencia de Lucifer. Y podemos asegurar que no se estrellé Satanas contra esta obra de Dios, precisamen- te por querer comiprender lo que es incom rensible, sino por- que esté tan ciego en su ‘orgilllo y oe que 1nunca pudo persuadirse de que Dios sevyniilabe ad hacerse hombre. Su pecado es la soberbia, y como él pretendié ser dios, no se le ocurrié jamas el querer examinar cémo podria Dios hacerSe hombre, porque creia que no pod{a entrar en la mente divina la idea de tanta humillacion. Sin embargo la sabiduria de Dios andaria en la ejecucion de esta obra en competencia con la humildad, y si la una es infinita, no lo es menos la otra: y tanto por medio de la una como de la. otra Dios iba 4 ‘desbaratar todas las tramas de Lucifer, y conseguir pies — en S “sus de si , 0S oe del hombre; 8 Gare i ick 3 No obstante, que en el principles del mundo se le habia -anunciado que se le habfa de estrellar ese orgullo y altivez que tenia, y que la santa semilla nacida de una muger le habia de quitar el imperic que habia usurpado, todavia se gloriaba Lucifer de que el hombre engajiado por él habia sido despojado de sus dones é incurrido en pena de muerte, y de que Dios habia mudado de propésito respecto al mismo hombre, exigiendo su justicia que fuese castigado con se- veridad. Por lo tanto, dice San Leon, fué necesaria la dis- pensacion oculta de los consejos de Dios, por conservar al hombre las disposiciones primeras de su piedad, y confundir ; ee

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