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150 haria hombre, y el Espiritu Santo, que formaria su cuerpo sagrado en.el seno virginal. Desde luego al contemplar las glorias de la Virgen, no hemos de buscar la razon que tienen de ser, pues ellas asi como todas las demas obras de Dios, existen porque esta es su voluntad divina. Pero, no repugna 4 la fe ciega, con que hefnos de creer las cosas divinas, por solo el motivo de ha- berlas revelado Dios y ensefiarlas asi la Iglesia, el examinar por medio de la razon, sometida siempre 4 la fe é ilustrada por ella, las razones de congruencia que existen en el modo con que Dios hizo las cosas. Porque en realidad, como dice Santo, Tomas', «podia Dios por su virtud omnipotente re- parar ‘al hombre'de otros mil modos.» Pero hay ciertas con- gruencias, 4 las cuales ha mirado sin duda el Sefior, y una de ellas es Ja de la reparacion del género humano por medio de la encarnacion de su Hijo. Y esto mismo ensefia 8. Agus- tin’,. afirmando que, «si bien Dios, 4 quien esté sujeto todo, pido ‘adoptar otro medio, no hubo sin appeee sori mas conveniente que el que adopté.» ‘ : _-Y jqué congruencia hay en ese medio? «La de preparar la medicina oportuna para los males, dice San Juan Gedme- tra, la de hacer las cosas de tal manera, que cada una de las partes correspondiese al fin que se proponia: de tal manera que hubiese en la reparacion todo lo que hubo en la ruina *. Asi vemos que por un Angel malo hubo uno bueno, por el angel de las tinieblas el de la luz, por el que se arrastra como réptil, el que vuela por el cielo. Y otro tanto sucede t Part. 3, quest. 1, art. 2. 2 Tract. 13 de Trinitat., cap. 10. ; Sra ; 3 Casi todos los Padres de la Iglesia, aun los mas antiguos como San Justino el filésofo, y Tertuliano ensefan con uniformidad, que Dios guard6é tal economfa en la Encarnacion de su Hijo, que no solo hubo en ella una _ recapitulacion de la condicion primera del hombre, sino que tambien obr6 la curacion del linage humano por Jos mismos modos, y aun con el . mismo artificio con que se efectud su ruina. Lo que expresa la Iglesia en el himno compuesto por Fortunato Venancio que dice asf: «Hoc opus nostre salutis ordo depoposcerat, mulliformis proditoris ars ut artem fal- leret, et medelam ferret inde, hostis unde leserat.

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