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a 8 138 inille pigatasieenindliinitaitiliaaiian poner este sobre ini cerviz altiva el peso de su poder, todavia se complace en pensar que sea necesario que Dios tenga que ponerle la ca- dena. Es sitmpre la sierpe que quisiera hincar su diente ve- nenoso, en el mismo que le da alimento enla janis, de nies donde la tiene encerrada. alixitie Pero no sucede lo mismo 4 Lucifer‘en su. aniaiite 4 la Virgen, porque aqui se desespera, se deshace, se, requema interiormente -y desearia poder aniquilarse de rAbia. En ¢] combate con, ella no encuentra ninguno. de esos | alicientes que tiene el orgullo: porque ningun hombre altivo se digna - siquiera) mirar al niflo, al débil, al anciano, 4 la, muger: se creeria, envilecido y degradado, si entrase n liza con ellos. Ese brazo hercileo necesita gigantes que:midan sus fuerzas con él: esa frente orgullosa se ha de levantar sobre otras que estén cubiertas de yelmo 6. de casco acerado; si en el combate tiene que medir con ‘su cuerpo la, arena del palen- que, aun eh su. vencimiento se complace interiormente, porque es un héroe, un gladiador quien lo ha vencido. Pero, jentrar en batalla con una muger y ser vencido! jLanzarse n gigante 4, la arena, llevando sobre su cabeza, no solo yelmo bien templado, sino corona de imperio, y dar de bru- ces contra el suelo delante de una nifia, saltando esta lige- ramente y estrellando con su pié la orgullosa testa de atle- ‘ta, y quifandole la corona! jAh! Eso es lo que no se ha visto todavia en la humanidad, lo que no és ereible, lo que no es posible que suceda atendidas.las reglasy las leyes _ que, conocemos.. Beroe: eso, ha. ds get me baeliets ie da VsrwoON ' >. Hi6 oq Sei RRA PON on cams debemos. dooisio; sibatamata: para aoenens Dios: ‘hor es- pacio de cuarenta siglos, podemos: afirmar que Lucifer se ‘tenia por algo, y se crefa quizis dichoso en st arrogancia, rque andaba en combate con Dios, no dandose jamas por do, no obstante que no gané jamds una. victoria. Pero npr Brito como vino al mundo la Virgen, el aspecto de las cosas cambié:.se4vié acometido por una nifia 4 quien él es- taba acechando; se vid con la cabeza rota, él que se las ve- nia disputando con Dios: se vid con cadena al cuello, él que = 4

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