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+ 3 los hombres, y el Espiritu Santo cerniéndose como candida _ paloma sobre el primero, para que lo vea la muchedumbre, ‘ y posandose mas tarde sobre los segundos en figura de len- guas de fuego, y llenando su morada con un suavisimo viento celestial, emblema de sus divinas inspiraciones. ;Pue- de darse mayor manifestacion de Dios 4 los hombres? El es- piritu humano elevado al conocimiento de la unidad de la esencia divina en tres personas; los sentidos dando testimo- nio de cuanto la revelacion ensefia al alma, oyendo la voz del Padre, palpando las acciones del Hijo, sintiendo las in- fluencias del Espiritu Santo, y percibiendo la presencia de Dios pudiendo decir con Job al mismo Dios: He oido hablar de ti, pero ahora te veo con mis paeice: ojos *. ;O misterio de amor! (0 dignacion infinita! BO GHss afsis : Sucede: emu shelisel ions tan Vereen lo que sdontet cow la aurora; porqne no es posible que'la pupila contemple las ré- fagas de luz del alba risuefia, sin que venga al entendimien- to la idea de la proximidad del sol: asi tambien, en cual- _ quiera parte que se presente la Virgen, se sabe al momento que Dios esta alli. El que quiera por tanto conocer & Dios, no tiene sino acercarse 4 Maria: el Hijo nos conduce al Padre; mas, si no nos acercamos 4 la Madre, no sabremos quién es ese Hijo, atendido que tan solo despues que ella lo ha concebido y engendrado en sus entrafias y dado 4 luz, es’ cuando los hombres han sabido que Dios engendra eterna- mente 4 su Hijo. Dios se manifiesta en la encarnacion en su esencia y en sus personas,’ y nos descubre los atributos de aquella y las propiedades de estas: pero es por medio de Ma- ria: el Hijo esté unido al Padre con las relaciones de filia~ cion, y él Padre’ al Hijo con las de paternidad: mas este gé-_ nero de relaciones une 4 este Hijo con la Virgen: 61 estdé unido con la Virgen con relaciones de filiacion, la Virgen estdé unida. al Hijo con relaciones de maternidad, lo que da 4 Maria una union rara y singular con la augusta Trinidad; la une con el Padre, cuyo Hijo es su Hijo: la une con el Hi- * ‘Auditu auris audivi te: nunc oculus meus’ videt te. Job: cap. 22, v. 8.)

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