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92 siempre la gloria que corresponde igual con él por ser Dios, y toda la que como hombre ha ganado.en los trahajos de su vida yen los tormentos de su pasion. Pero la obra moral, la regeneracion del mundo, la elevacion del hombre al amor de su Criador, y el inclinarlo 4fijar su contemplacion y sus deseos en los objetos dignos de su afecto, sin causar violen- cia alguna 4 su voluntad, era el resultado de Ia Encarna- cion, que iria viéndose paulatinamente en el seno de la na- turaleza humana, la cual desnudandose del hombre viejo, se iria vistiendo del nuevo que es J esucristo.., Sabido.es que Jesucristo tenia dicho 4 sus. diseipalos, que habia. venido 4 traer4 la tierra, no. la paz, sino Ja guerra, separando al hijo de su padre, 4 la hija de su madre, y dla nuera de su suegra ‘. Esta guerra declarada por Jesucristo estaba destinada 4 ensefiar 4 los hombres que era falsa, rui- nosa y mortifera la paz de que gozaban aparentemente en el desérden, y colocar las cosas en el punto donde la justicia lo exigia, dando en primer lugar. d Dios lo que es suyo, y no negando 4 los demas aquello, & que son acreedores. Jesu-— cristo. ueria ‘poner orden en los afectos, porque este drden estabatan intimamente relacionado con el amor de lo bello” y perfecto, que tanto pudiera ser aquel origen de este, como al revés. Una vez colocado cada afecto del alma en el lugar que le corresponde, esta ha de declinar siempre su amor de lo imperfecto 4 lo perfecto, y de lo perfecto 4 lo mas perfec- to hasta llegar 4 lo perfectisimo ’. 2 Para infundir en los hombres.este amor, habfa derrama- do Jesucristo en la tierra un gérmen celestial de doctrina, ensefiando 4 los hombres, cual era el verdadero modo de ~ ! Matth. cap, 10,'v. 34. ty by ® Una-dé las ‘cosas de que hace memoria grata una’ alma sahtifieada por Dios, es que el Sefior ha ordenado en ella elamor. (Cant. cap. 2, v. 4.) Este orden es necesario en todo amor, dice San Gerdénimo, y es por cierto una hermosura perfectisima: «ama, dice el Santo, pero ama prime- ro 4 Dios, y despues ama lo que debes amar, y en el 6rden en que debes — ama al padre, d la madre, a los hijos.»(Div. Hieronym. in Matth., lib. 1.2, eap. 10.)