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one de la generacion temporal del Hijo de Dios, lo que basté para que desapareciese la turbacion que habia tenido al oir sus alabanzas. Pero al momento se presenté al entendimiento lucidisimo de la Virgen una gran dificultad, tocante al modo de verificarse lo que se le anunciaba, procediendo esto de no haber explicado aun el espiritu soberano mas que la sus- tancia, pero no el modo como habia de éfectuarse la Encar- nacion. Hablé pues la Virgen, descubriendo al embajador Jo mismo que antes habja manifestado 4 los sacerdotes del templo, con solo la diferencia de que aqui no dice como alli, que no puede acceder 4 lo que se la propone, sino que pide con la mayor prudencia y sabiduria que se le explique, c6mo pueden estar en ella dos cosas, que no caben 4 un mismo tiempo en una muger, segun las leyes de la naturaleza. Pero en uno y otro caso, la sustancia de las palabras de la Vir- gen es la misma: pues declara lo mismo diciendo alli, que no puede contraer matrimonio, porque ha prometido 4 Dios ser siempre Virgen, y aqui, que ignora como podra ser ma- dre, cuando hasta entonces no habia quebrantado su pro- psito de virginidad, ni estaba tampoco en Animo de hacerlo: en tal sentido la Virgen habla y le dice al ingel, que no sabe como sucedera lo que él le anuncia; «porque, dice, yo no co- -snozco varon alguno *, ni jamds lo conoceré. En la vida de la ‘Virgen apenas hay un momento mas so- _berano y admirable que este. En pocos dias se ha visto pre- cisada & descubrir dos veces el gran secreto que tenia en su corazon, que era el de su voto de virginidad perpétua: por- que ninguno mejor que ella sabia que log tiempos de la ve- nida del Mesias se estaban cumpliendo, y tambien sabfa con perfeccion que precisamente habia de nacer de su familia, pues sabia tambien que ella venia en linea directa del rey David. Pero no la permitia su humildad el sospechar siquie- Ta, que podia ella tener la suerte de ser su Madre: y el haber _ hecho: voto de virginidad perpétua la tenfa tan alejada de ii que podria ser madre, que apenas oye al ministro = Luc. cap. 1, v. 45. hie Be, =