BCCPAM000542-2-33p02d00000000

49 digeron los Sacerdotes del Sefior? Esto es inaudito y por- tentoso en los anales de la humanidad. No hay rey en la tierra, que sea digno de esta esposa, y jquiere ella conser- varse virgen? No ha tenido la estirpe de David una hija tan excelsa, y {no quiere ella dar un vastago 4 la raiz de Jesé, y precisamente en esta época, en que Dios ha de ben- - decir 4 la nacion de Juda, para que venga al mundo el que es esperado de las gentes, y ha de restaurar el sdlio de nuestros reyes? La ley no permite la extincion de una fa- milia: al sacerdocio cumple el vigilar por la observancia de esta ley: el cielo bendecird 4 esta jéven, y la enviaré un angel como se lo envié 4 Judith, que la tenga bajo su pro- teccion y la ayude 4 cumplir su voto, si es acepto al Dios de nuestros mayores; pero es nuestro deber darla 4 quien laley ordena. am ; Asi decreté la santa reunion, y llamando de nuevo 4 la angelical jéven; «sea acepto, la dijo, al Altisimo tu yoto, 6 Virgen admirable, y derrame sobre ti con abundancia las bendiciones, que tiene prometidas 4 los que viven en la fe de nuestro gran padre Abraham, y esperan el cumplimiento de sus promesas. Mas, cumple 4 nuestra autoridad la observan- cia de la ley, y conforme esta lo prescribe, te daremos un - esposo, y serd el que designe el Dios de nuestros padres, como designé en otro tiempo la familia que habia de conser- var en su seno el ministerio sagrado. Este esposo sera el cus- todio de tu virginidad, si asi lo quisiere el cielo, el testigo integérrimo de tu omnimoda castidad,y ti serds el porten- to del mundo, el milagro de Israel, y la maravilla no vista’ desde que hay mugeres en la tierra. Nosotros imploraremos las luces de Jehovah, para que no erremos en la eleccion, y ti, que eres un altar y una hostia nueva por tu voto jamais oido, rogards tambien al Sefior, y él te oird.» Todos los go- zos y alegrias santas y racionales, que ha habido en la hu- manidad son inferiores al que sintié la Virgen Maria al oir esta profecia, puesta sin duda en los libios del sacerdocio por obra del Sefior. Entretanto, van llegando los jévenes brillantes, apuestos _ y aun ricos, oriundos de la estirpe real, y colocan sus varas TOMO Il. 4

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz