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mejor que los mismos que las escribieron ‘, dando el Espiritu Santo 4 la que habia de ser la Madre de la Iglesia, mas cien- cia é inteligencia que 4 todos los Apdstoles y tedlogos, que ha habido, ni habré en ella ’. Dos cosas entre tanto brillan en la vida de la Virgen Ma- ria en el templo: primero, la bondad y el amor, con que et Sefior se comunica 4 las almas que huyen del bullicio del mundo, y buscan la soledad, en donde Dios habla al cora- zon *, habiendo querido darnos en Maria la muestra de su carifio con estas almas en el grado mas admirable; pues no solo la ensefiaba 61 mismo con la interna uncion de su espi- ritu, sino que la-enviaba sus angeles, y en especial el ar- cangel Gabriel, para que se entretuviesen con una familia- ridad verdaderamente divina con la Virgen inmaculada ‘, lo mismo que despues ha hecho mil veces el Sefior con las Ce- cilias, las Teresas de Jesus, y las Catalinas: segundo, ad- viértese desde luego una correspondencia admirable 4 estas finezas del cielo por parte de Maria, y en ella quiso Dios de- jar un modelo 4 todas las almas, y muy en especial al sacer- . docioy 4 las esposas de Jesucristo, que le consagran su vir- . ginidad en el retiro del claustro. Porque, si aquellos no hacen oracion cada dia, ni se dedican 4 leer 4 menudo las santas Escrituras, y los escritos de los santos doctores, ni se salva- ran 4 si mismos, ni 4 los otros Aquienes tienen obligacion de ensefiar con palabras y ejemplos: pues para llenar estos car- gos dignamente, son necesarios los dones de la inteligencia y de la piedad, que solo se obtienen en la oracion, y el re- tiro, y en el estudio hecho con este fin. Hasta las virgenes mismas, si despues de haber renunciado al mundo y 4 sus pompas, no imitan 4 la Reina de las virgenes en la ora- ' Ipsa melius Bibliam sacram sciebat, quam Prophete. (S. Vincentius Ferrer., serm. de Nativ. Virgin. ) 2 Didicit Maria super omnes Theologos ct Apostolos divina mysteria, uli futura Ecclesie magistra. (S. August., cap. 9, de templo.) g $ Qs. cap. 2, v. 14. 4+ Deinde per angelos, et preecipue per Gabrielem Archangelum didicit Maria. (S. Bonay., Medit. Vit. Christ., cap. 3.) iatat Se ceca