BCCPAM000542-2-33p02d00000000

mosa, tan prudente, tan modesta, y tan recatada en medio de una hermosura mas que humana que resplandecia en ella. ¥ recibiendo 4 la nifa, dirigié primero la palabra 4 sns padres, diciéndoles: «Q autores de nuestra salud, ni yo sé cémo os he de llamar: estoy pasmado al ver el fruto que traeis al templo: ella es la que con sus halagos ha de atraer 4 Dios, para que habite en su purisimo seno: ninguna hay ni habraé tan hermosa como ella. Vosotros por vuestros cui- dados en educar 4 esta nifia habeis sido (y creo que no digo todo lo que mereceis) como los Querubines del arca, pues habeis cubierto el propiciatorio del Pontifice de todos, el 4 _ Salvador. Vuestro gozo es el gozo de toda la tierra: vuestra | gloria causa la alegria de todos. ;jDichosos vosotros, & quie- nes fue concedido ser padres de tal hija! ;Benditos vosotros, _ 4 que habeis traido este regalo al Sefior! ;Dichosos los pechos que la dieron de mamar! jDichoso el vientre, que la llevé! »Y bien venida seas ti, dijo 4la nifia: acércate, 6 nifia, que eres oficina de Dios: acércate al lugar sagrado, y santi- ‘ficalo; pues no es el altar quien te limpia 4 ti, sino tu la que lo santificas 4 él: entra al atrio del altar, ti que rompes las — puertas de Ja muerte: sube 4 lo mas recéndito del templo; sube, pues las hijas de Jerusalén estén enamoradas de tu hermosura. Siéntate, pues eres reina, y debes ocupar tu tro- no; y puesto que ti misma eres un trono mas noble que el que forman los inti dccices es de justicia que ocupes un In- gar sagrado.» De este modo fué presentada la Poocs Maria en el tem- plo, lenando de gozo al sacerdote que la recibid, y_retiran- dose tambien lIlenos de gozo sus padres, por haber consagra- do 4 Dios lo que él mismo les habia dado. Pero es preciso pensar, que habia otro espectaculo mas sublime que este, y era la asistencia especial de Dios al acto, y la compafia de los espiritus celestiales que acudieron 4 acompaiiar 4 su rei- na *: y tanto los que venian con ella, como los que salieron ~ £ §. Germ. in Presentat. Virgin., n.° VIII, IX, X. ® Asi le afirma S. Isidoro Tesalonicense con estas palabras: «Todos -los 6rdenes de los angeles se juntaron sin duda, y yo asi lo creo, con la \