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LIBRO DECIMOCUARTO. Ninez y puericia de la Virgen. Ps oat §. Nacimiento yi nombre. El prodigio de la fecundidad de Santa cm no pudo me- nos de Jlamar la atencion de sus conciudadanos, y es natu- rai que ocurriese entonces lo que sabemos por el Evangelio que sucedié, cuando catorce afios mas tarde hizo Dios el mismo portento con la estéril y anciana Isabel’ En vano pretendié esta ocultar su gravidez por espacio de cinco me- ses, dando gracias 4 Dios en su corazon, de que le hubiese quitado el oprobio delante de los hombres ‘; el tiempo llegé, y todos los que veian que la estéril era madre, se congra- tulaban con ella, y alababan al Sefior por su gran miseri- cordia *, Lo que entonces sucedid en las montafias de la Ju- dea, acaecié sin duda en la ciudad de Jerusalén, al saberse - que aquella santa muger, que habia Negado 4 su mayor ' ancianidad, sin recibir las bendiciones con que el cielo en- riquecia 4 los Patriarcas, tenia todas las apariencias de la maternidad, y estaba préxima 4 los dias de su tan deseado : alumbramiento ?. t 41 Luc. cap. 1, Vv. 24. 2 YV. 88. 5 Es muy probable que la Virgen naciese en Jerusalén, pues allf te- nia su padre S. Joaquin su casa, como lo suponen los antiguos escrilores griegos, y entre ellos el BeatoCosme el Vestidor, quien en su sermon sobre estos Santos Patriarcas afirma,'que estaba junto 4 la piscina de los ganados, llamada Probdtica (Serm. n.* V): otro tanto afirma S. Juan Damasceno por las siguientes palabras: Nascitur autem in domo probatice Joachim, et ad templum adducitur. (S. Joann. Damasc., de Fid, Orthodox. lip. TV, cap. XIV.) 4 | 4 /