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ascension de su divino fundador, la gloriosa asuncion de la Virgen 4 los cielos: porque vieron los Apéstoles', y los demas fieles con sus propios ojos el modo y manera, como cada uno de los hombres ha de resucitar algun dia, uniéndose de nue- vo el alma y el cuerpo, y subiendo ‘por la virtud de Dios 4 reinar con él por los siglos de los siglos. Y hablando de este ~ dia, en que la Virgen entré en él cielo Nena de gloria, dice San Bernardo, que: esté en la mas completa armonfa con Io que fué la causa de todas las grandezas de la Madre de Dios. Porque, «ni en la tierra, dice, hay un lugar mas digno que ~ el seno de la Virgen , en él cual ella recibié al Hijo de Dios, ni en los cielos cosa mas admirable que el sdlio en que su Hijo la sublimé. ;Dichoso uno’ y otro recibimiento! hoe dos son inefables, porque los dos son incomprensibles. yt Nada se sabe por los libros santos sobre el dia, en que acaecié el transito de la Virgen: pero'es opinion general que acaecié el trece de Agosto, habiéndosé verificado su vit cion el quince. Ni tampoco consta que hubiese Kabido testi- gos oculares de su subida 4 los cielos, no obstante que algu- nos afirman, que los Apdstoles la vieron atravesar los éspa~ cios, vestida de gloria y rodeada de magestad subiendo asi & los cielos *. Pero, como esto importa tan poco para la verdad historica de lo ocurrido, no hay para qué detenerse en ello. -. Tampoco hubo quien viese salir triunfante del ‘sepulero a nuestro Redentor, y sin’ embar todos los discipulos cre- yeron su resurreccion: otro ed Yasto les sucedié con su santisi- ma Madre, en cuyd sepulcro. pudo repetirse por los Angeles, — * lo que dijeron 4 las santas mugeres, cuando buscaban 4 Je- sus bajo la losa: porque los Apéstoles fueron los que encer- raron en él el cuerpo sagrado de su Maestra, asi como colo- caron entonces el de su Maestro, y ellos. tambien vieron despues al tercer dia, que estaba vacio el de la Madre, asi como habian visto 4 los tres dias tambien, quedo estaba del mismo modo el del Hijo. Y la misma inscription pudo poner- oe “1 Serm. 2, de Assumption. ; 2 Jsidor. Thessalonic., serm. dé Dormit. Deipahis n.° XXIEX. *

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