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i4 dividuos de la especie humana, ligé la suerte de toda su des- cendencia al comportamiento que él guardase. Si era fiel al . ligerisimo precepto que le impuso, todos los que fuesen oriun-_ ‘dos de su linage, guyo padre universal era, recibirian los mis- mos dones gratuitos, que él habia recibido, y gozarian de la misma felicidad, que él gozaba: mas, sino observaba el suave precepto de amor que le impusiera, perderia su gracia y amistad, ineurriria en la pena de muerte temporal y eterna, y privaria 4 todos sus hijos de recibir la gracia y justicia ‘oiptiaks que de ningun modo eran debidas 4 su naturaleza y solo se le dieran por un efecto de la misericordia divina: incurriendo tambien toda su prosapia en las mismas penas temporales y eternas, que él por su ingratitud se grangea-— ba para si mismo. Declaraba Dios desde. enhcmiens cuales son “Jos. Sears del libre albedrio del hombre, y descubria la sublime armonia que habria entre este mismo albedrio y la gracia ‘ celestial, pues jamds padeceria aquel violencia 6 coaccion alguna, ni para el bien, ni para el mal, ni haria.esta mas - que ilustrar elentendimiento, ayudarla voluntad, fortalecerla y animarla, para que amase el bien ¥ lo practicase, pero siempre libremente. Para que los juicios divinos quedasen bien justificados , derramé con profusion en el primer padre de la humanidad abundantes dones, dandole la ciencia na- ‘tural y sobrenatural mas extensa, é infundiéndole todos los | carismas.de la gracia: y solo despues de haberlo adorna- do, enriquecido y fortalecido, permitié que legase la hora de la tentacion. Triste hora fué esta por cierto, pues 4 pesar de saber Addn, que con sus acciones iba 4 decidir de la suer- te futura de todos sus hijos, escogié para si y para ellos la” desgracia presente y la desventura eterna, legando 4 cada uno de sus descendientes el reato de su culpa, junto con la naturaleza que les daba, de tal modo, que nadie pudiese ser hombre sin ser pecador, hijo de pecador y destinado al su- plicio del pecador. i Gran derrota fué esta, para la estirpe humana, completo triunfo al parecer para aquel angel, que envididé al hombre la dicha, que él y sus secuaces habian perdido por haberse es huaibas Tas Za cipal eR BieSi ta