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sti leis cada uno a la region, que por disposicion soberana debia regar con sus sudores y su sangre. Cayé en herencia apostélica al discipulo amado el isis Menor, en la cual habia de fundar, regir y gobernar aquellas iglesias, que eran en los siglos cuarto y quinto del cristianismo la honra y prez y, aun pudiéramos decir, el orgullo santo de la religion; por consiguiente, llegado el momento de partir de Jerusalén para Efeso, capital del Asia, tomé Juan en su compafifa 4 su Madre la Virgen Ma- ria, y junto con ella llegé. felizmente & aquella ciudad. Al- gunos escritores dignos de veneracion, afirman, que Maria Magdalena, la ilustre pecadora, que habia hecho absoluta renuncia por amor de Jesucristo de cuanto tenia de precio- so y rico, se hizo compafiera y discipula inseparable de la Virgen, desde el dia que CORNERS su hermosa madeja ‘i enjugar los piés del Redentor, habiendo andado con ella tras del Redentor misme en sus predicaciones, seguidola al - Calvario y estado 4 su lado, hasta que salié de Jerusalén: y estos mismos dicen que se fué tambien en su compafia 4 Efeso, donde murié pasados algunos afios, lo que nada tie- ne de amprobable, aunque no lo podamos afirmar con toda certeza '. s ‘ Asf lo dicen el Patriarea Constantinopolitano Modesto, que florecia . en el afio 920, San Gregorio Turonense y San Guilebaldo, quien en su re- lacion hist6rica del viage que hizo 4 Jerusalén, afirma que vid én Efeso el sepulcro de Santa Maria Magdalena. ¥ en efecto, el Emperador ‘Leon el Fildsofo en el ano ‘800, transporté. sus reliquias 4 Constantinopla,y las colocé en la iglesia de San Lazaro. Otros autores, re tambien, sostienen que Santa Marfa Magdalena murié en la Pro 12a: sin embargo, aunque todavia no se sdbe cudntas fueron las Marias convertidas, ‘y si Maria la shermana de Lazaro es la Magdalena, hay muchas razones para creer que Marfa hermana de Lazaro no-es la pecadora; entre otras dire- mos la siguiente: cuando la pecadora tocé los pies de Jesucristo, se es- candalizaron los fariseos, de que un Profeta se pusiese en contacto con una pecadora: ahora pues, consta por el Evangelio que la casa de Marfa era muy frecuentada de los nobles de Jerusalén, y que ella misma estaba _ rodeada de ellos, cuando lleg6é Jesus, y al poco resucité 4 su hermano: y ’ si hubiera sido la Magdalena pecadora, seguramente que no la habrfan honrado con su presencia: porque 4 pecadores nadie los ganaba, pero 4 ~