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4 \ nos entender, que por la mediacion de Maria se dieran las gracias & los pecadores del tiempo primitivo del cristianismo, | sin que haya dejado de repartirse el mismo beneficio 4 cuan- ‘tos pecadores ha habido desde entonces hasta ahora: pues _ todos los que se alae deben este favor 4 la Esposa del Es- piritu Santo que nos santifica. Por lo demas el velo misterioso, que cubre este santuario de la divinidad, no puede alzarse sino por la mano del Sacerdote eterno, que entréd en él. Los Querubines mismos estan mirandose unos 4 otros llenos de estupor junto 4 este propiciatorio, alabando al Dios de la magestad que habita en él. 7Cémo daremos nosotros un paso, para ver y examinar las bellezas interiores de este cielo animado, nosotros, que tenemos un entendimiento limitado y oscuro? Si queremos . saber algo de los inefables coloquios que mediaron en la bajada del Espiritu Santo entre él y su Esposa, empecemos por amar 4 esta Sefiora con afecto filial leno de humildad y confianza, y jurando odio 4 la iniquidad, y sobre todo 4 la impureza: pues entonces sabremos con perfeccion, que de Maria nos vienen las gracias, que necesitamos para con- “seguir nuestra salvacion eterna, que es nuestro unico negocio. _ O Maestra diyina de los que buscan la verdadera sabi- duria: nosotros creemos que nuestra santificacion es obra de tu Esposo divino, Y que por tu intercesion nos perdona él nuestros pecados y nos da la. gracia para que seamos . templos suyos. Haz, Sefiora, que. no se conviertan nuestros cuerpos en habitacion de los vicios, ‘sino que Vvivamos casta- mente; pues.de ese modo reposard sobre nosotros «con sus dones el Espiritu santificador, consumiendo la escoria de las pasiones desarregladas, y encendiendo en nuestras al- mas deseos de agradarle por nuestra pureza de vida, y de gozar de las dulzuras inefables de su amor en el cielo. Asi sea. —~ TOMO UI.