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| ante el cual huyen los enemigos. ,;Quién podra explicar la plenitud de dones y gracias del Espiritu Santo, que Maria tenia cuando su Hijo subia triunfante 4 los cielos? Y con todo i eso. vino atin sobre ella este Espiritu consolador el dia de Pentecostés, llenandola 4 ella sola con mas plenitud, que & - todos los Apdstoles juntos. E _ Verdaderamente se abisma nuestro entendimiento en la contemplacion de la yida de la Virgen; pues cuando uno eree que ha llegado 4 un momento, en el cual parece que se han cumplido en ella todos los misterios, queda el alma ab- F sorta y extasiada dulcemente, al ver que el horizonte de las 3 grandezas de la Madre de Dios no tiene limites, y se presen- ta siempre nuevo é inabarcable. En realidad, fué el Espiritu Santo quien did principio 4 la gran obra de la redencion, empezando por formar de la purisima sangre de Maria el cuerpo, en que habitaria el Hijo de Dios, unido hipostitica- mente « la naturaleza humana; y era tambien el Espiritu ‘Santo, quien daba cima 4 esta gran obra, y ponia la clave al magestuoso edificio de la regeneracion del hombre. Y icd- mo ponia el sello 4 sus obras el Dios amantisimo, que es todo fuego y caridad? Concluyendo la santificacion del mundo en el mismo objeto por donde lo empezé, pues cuando bajé al humilde aposento de Nazareth é hizo sombra 4 la Virgen, la santificé de una manera inefable, para que fuese Madre del Verbo divino; mas ahora. baja de nuevo y descansa sobre ella con toda su plenitud, y la santifica tambien de nuevo, para que sea Madre de la Iglesia y Reina dg cuantos han de ser santificados. ;Ah! Maria dice San Bernardo, ‘hallé dos clases. de gracia, una singular, en la cual solo ella participa al recibir en su casto seno el Verbo divino, y otra universal, de cuya plenitud han de recibir todos '. Y en efecto, al bajar ¢l divino Espiritu sobre cada uno de los Apéstoles y discipulos el dia de Pentecostés, did 4 cada uno de ellos los dones y carismas, que les eran necesa- rios para la obra 4 que Jesucristo los habia destinado; asi, 1 Inverb. Apoc,

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