BCCPAM000542-2-33p02d00000000

201 ~ eantaid6"d coro el trisagio de Isafas! ;Los santos sin name- ro, que habia habido desde Adan hasta el ladron convertido en Ja cruz, modulando en indecibles armonias el cantico, con que Moisés y su pueblo celebraron su victoria sobre sus ene- migos, llenando con sus ecos todos los espacios! jUn hijo, subiendo con marcha magestuosa desde el lado de su Madre por las nubes arriba, bafiando las mismas nubes con luces y , resplandores! jOh! Para vivir en presencia de tanta gloria, era preciso ser Maria la muger fuerte, la Virgen esforzada, que hollé con su pié la cerviz del dragon, la Madre de Dios. _ Asi es, dice el Padre San Leon ', que los bienaventura- dos Apéstoles y demas discipulos, antes Ilenos de temor al yer morir 4 su maestro, y despues entregados 4 ambigiieda- des respecto de su resurreccion, confirmados ahora en la fé, no solo no se entristecieron al ver 4 su maestro subir 4 los _ cielos, sino que se llenaron de tanta alegria, que se quedaron enagenados y elevados en un éxtasis celestial, del cual no salieron hasta que los 4ngeles no les hablaron ?. Y si esto sucedia 4 los discipulos, ;qué acaeceria 4 la Madre de Jesus? jElla, que veia que la naturaleza humana, se elevaba sobre todo lo criado y subia al cielo! ;Ella, que sabia que su Hijo, igual 4 Dios Padre’en su naturaleza divina, iba 4 sentarse “en el empireo 4 su derecha, dejando atras la dignidad de todas las criaturas del cielo, y 4 todos los érdenes de angeles y arcdngeles, y asociéndose en su naturaleza humana 4 la gloria que tenia en la divina! ti estaria’ su corazon? jCémo su espititu? et an La Virgen estaba en la tierra, arrodillada en presencia de tanta gloria y magestad junto con los Apéstoles y los dis- cipulos: pero no-dudemos que en espiritu vold al cielo, 4 ser testigo del triunfo de su Hijo °. *, Creamos nosotros como la ! Serm. de Ascens. Dom. : / * 2 Act.cap. 1, v. 41. 5 La venerable Madre Marfa de Agreda enla 2." parte, lib. 6.°, cap. 29, n.° 1313 de su historia de la Madre de Dios, dice que la Virgen fué levan- tada con su Hijo al ciclo, quedando sin embargo en el cendculo por mo- do admirable y milagroso. Este en ese caso debi ser el de la hilocacion,