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20 . la naturaleza del asunto, que no esté en armonia ~ eon el objeto principal. Las cosas que se supongan, se han de ajustar 4 la santidad de la Virgen, 4 las costumbres religiosas, sanas y puras del pueblo a - que pertenecid, 4 la educacion esmerada que la mis- ma Virgen recibié de sus padres, y 4 la mas sublime y toda celestial. que ladié el maestro que tuvo_desde que empezé 4 existir, que fué el Espiritu Santo. Hs- tas sendas trillaron los Padres de la Iglesia al tra- tar de la Virgen Maria; y uno de ellos, cuya inte- ligencia pennies & las mas elevadas regiones de la ciencia, dice que en las cosas pertenecientes 4 la Ma- dre de Dios, de las cuales no nos hablan nada las Escrituras, hemos de buscar con la razon lo que esté en consonancia con laverdad'. Siguiendo este sistema prudenta, caniotisl: y ajus- tado 4 las reglas de una dialéctica siempre segura y apoyada. en la tradicion, los Santos Padres nos refie. ren cosas asombrosas sobre la Virgen Maria, en es- _ pecial relativamente al trato intimo que tuvo con dos angeles desde su infancia, y 4 las elevaciones de ‘su dima "hacia Vi0s; y “los tedlogos en general, dl tra- tar de la vision beatifica que esté reservada tan solo . para los moradores del cielo, al momento esceptuan 4la Virgen, pues creen todos, con mucha probabili- dad, que ella tuvo esta vision muchas veces en vida ¢ - ‘ Div. a lib. “de Assumpt. Virgin, ~*. Asi lo dice San Antonino, por estas palabras: Forte in Boy conceptu vel partu illi datum est ad horam, ut videret myste- rium hujusmodi , eee: (S. Antonin., 4. p., tit. 15, e. 17.) s 3 z Os ce 5