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las obras, agraciada por sus pensamientos, y sencilla y blan- ca como la paloma; estaba rodeada de los astros explenden- tes de los apéstoles, de las rosas odoriferas de los martires, de las violetas aromaticas de los confesores, y de las candi- das azucenas de las’ virgenes. Nada le faltaba 4 esta alma privilegiada, pues poseia la profundidad de la ciencia, la elevacion de la sabiduria, la opulencia del gozo espiritual, siendo todo-esto tan ¢opioso, que ‘podia llamarse piélago de bellezas, conjunto de portentos y tesoro de misterios. En estas breves sentencias han compendiado los Santos Padres las virtudes de esta alma y sus métites; 1am eeeree rose todo lo criado. © s Pero, al examinar cual es la rontvreloun Scullion del aul de la Virgen, no solo es necesario saber que es la mayor hermosura que hay despues de Dios, sino tambien entender, que fué bella y perfecta desde el primer momento de su existencia, para concluir que, precisamente por esa perfec- cion, es mas noble que los angelesy mas elevada que todos los. hijos del linage humano, excepto.su propio Hijo. - Ante todo, damos por supuesto lo que ya tenemos dicho sobre las grandezas de la virtud, 4 que pueden llegar nues- tras almas, la cual tiene su fundamento en la predestinacion eterna: pues nada hacemés, ni podemos hacer, en el érden de la gracia, si antes no nos ha Iamado el Sefior, despues de habernos predestinado desde la eternidad. En la misma re- gla entra la Virgen, cuyas excelencias y grandezas son la consecuencia de la eleccion divina: en la eternidad fué pre- destinada 4 ser Madre de Dios, .y no hay una sola gracia 6 prerogativa, 6 privilegio concedido 4 esta Virgen, que noesté — fundado en la libre voluntad de Dios que la eligié. Ni tam-' _ poco hay diferencia entre unos y otros hombres respecto de la causa eficiente de su santificacion, pues todo ha dependi- do de los méritos infinitos del Hijo de Dios hecho hombre. Y entra tambien esta Virgen en el gran catdlogo de las almas, que fueron predestinadas 4 la gracia en vista de esos méri- tos, pues una de las glorias mayores del alma de Ja Virgen, es la de haber sido redimida con la sangre de su Hijo. Pero, es tambien preciso separar las cosas y colocarlas en