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Hemos seguido en. sus investigaciones & estos operarios laboriosos del campo sagrado. de la Virgen, y hemos dicho con ellos, aunque balbuceando como niiio, lo que es esta ex- celsa Soberana en el 6r len del mundo moral, y ahora vamos 4 deseribir ya.su persona y 4 presentarla, no en abstracto, sino en concreto. Porque debemos empezar 4 hacer muy pronto. la Telacion histérica de su. yida con los hombres,:y. precisamente hemos de bosquejar siquiera, ya que no: nos sea dado formar un cuadro perfecto, lo que es aquella alma santisima, que ha de animar 4 su cuerpo virginal, lo. que es esa, naturaleza singular de la Virgen, lo que es su sagrada. persona. Y como esta no sea ‘Mas que. una individuali- dad, compuesta de un cuerpo animal y un alma racional, que viven unidos entre si, sin que esa individualidad pueda co- municarse 4 otro sér de la misma naturaleza, de ahi es, que para saber lo que es la persona de la Virgen, tenemos que deseribir, una por una, estas dos sustancias, para poder des- pues entrar de Heno @ referir lo que hizo, cuando conversé con los hijos de la gran familia 4 que pertenecia.. Confesamos lo agobiado de nuestro espiritu, pues nos he amos kal de la gran montayia que intentamos atrave- sar: al.concretar os A explicar lo que es el alma de la Virgen, aqui » alma, predestinada, a estar en consorcio intimo con Dios, y lo que es. quel cuerpo virginal, que Dios escogia para. Su morada, y para tomar de él la naturaleza humana, puri- sima, perfectisima, santisima, casi nos faltan las-fuerzas: Los mismos Santos Doctores, que han sido nuestra guia en nuestras investigaciones,, nos aterran con sus sentencias: el hombre que con mas fijeza ha mirado 4 esta Virgen, esco~ gida y brillante como el sol, nos dice que «esta Virgen es un piélago de luz que ‘deslumbra aun 4 los mismos angeles.» ' ,Cémo nos atreveremos nosotros 4 mirarla con nuestras dé- biles pupilas? Otro de los hombres mas grandes que ha habido. en la Iglesia, aquel, que mas parecia, Serafin que hombre, cuando hablaba de las cosas del cielo, nos dice que ! § Bernard. serm. 2, de Annuntial.

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