BCCPAM000542-2-33p01d00000000

18 demos siade mas, porque no ereemos que ese estilo sea el mas 4 propésito para derramar en los entendi- | mientos y en los corazones la luz de la verdad y el _ - balsamo,de la uncion divina; pero. desearfamos que _ tanto los escritores de cosas religiosas, como los pre- : dicadores del Eyangelio , en vez de estilos floridos, posticos x altisonantes, se sirviesen de estilo grave, elocuente, dulce, atractivo y persuasivo, y. de len- guaje castizo, correcto y puro, pues todo esto entra en el precepto que . da el Apéstol 4 San Timoteo, - cuando le dice que.sea un ministro recte tractantem verbum Dei'; y esto mismo. nos. inculca nuestro glorioso octet San Isidoro de Sevilla, cuando dice que «la palabra'del ministro Sagrado ha de set pura, sencilla, lana, ena de gravedad y honestidad, de ~ suavidad y gracia *.» ‘Todo lo demas. puede decirse _ que-es perder el tiempo, si noes objeto de condena- - cion; pues segun el venerable. Beda *, cuando Je- sucristo castigé 4 la higuera *, lo hizo para demos-. ' trar que serian con mucho mayor. motivo condena- ~ dos los que, sin. tener frutos de obras buenas, se con- ~tentan con los aplausos de su palabra religiosa, que no pasa de ser una cosa semejante al ruido y al ornato del verde follaje movido por el viento. Mayor fue todavia nuestra pena al ver consignada en la historia de la ‘Virgen una verdadera iinyencion — » postica, mas propia. de una -epopeya pagana, que de nna narracion que. debe respirar verdad y piedad por a todas — _— en el libro XII, que al atrave- ved 2Tim.;¢.2, ¥. wb. ? ‘a. * Homil. 7. in Quadrag., tom. 7. 4 Matth.c. 2], v. 19. “ Ee ¥ + ins

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz