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196 . Dios por naturaleza y ser Dios,y ser Hijo de Dios por adop- ‘ cion y no ser Dios, el medio es ser Madre de Dios por natu- raleza yno ser Dios, por consiguiente, lo primero ” hay | despues de Dios, es ser Madre de Dios'. a Cuando lamamos 4 Maria, Hija de Dios Padie, no quere- mos tan solo que es la criatura racional, en quien se ve delineada con mas perfeccion la imagen de Dios por las vir- tudes; Sa este concepto, todos los que siguen las huellas de Jesucristo, son hijos de Dios, pues aquel nos dice 4 todos | que seamos perfectos, puesto que nuestro Padre celestial es perfecto*. Mirada la filiacion en esta fase, Maria es la Hija de Dios por excelencia: porque su pureza es mayor que la de los angeles, en su fe excede 4 los patriarcas, en su saberd los profetas , en su celo 4 los apéstoles, en su paciencia 4 los martires, en su sobriedad 4 los confesores, y en su-inocencia y humildad 4 las virgenes. Pero noes esta sola la razon, por que la Iglesia santa llama 4 Maria, Hija de Dios Padre: esto en verdad elevaria 4 Maria muchos grados sobre los ange- les y muchisimos sobre los hombres; pero no la distinguiria | de ellos en el modo singular de la filiacion; seria hija de Dios, porque fué redimida con la sangre de su Hijo y adop- tada en él como lo: son los demas hombres, y lo seria de un modo especial y tnico, pues fué -preservada de caer en _pecado ¥ de contraer la mas ligera sombra de culpa, privi- legio de filiacion que solo 4 Maria fué concedido. De cualquier modo que contemplemos 4 Maria, veremos siempre 4 la Hija querida, en quien Dios Padre sera alabado siempre, porque es el trasunto mas perfecto de sus virtudes entre las criaturas; 4 la Hija escogida entre todas, parasser la pura, la inmaculada, la paloma, la sin mancilla por ha- berla prevenido Dios en sus bendiciones de dulzura y haber | coronado su frente con rica diadema de gloria; pero en esta filiacion han participado todos los predestinados, aunque sear de otro modo y con medida mas escasa. Ellos son todos hijos ——-— f - 4 1 B. Alb. Magn., super Missus est, cap. 180. << 2° Matth., cap. 5, v. 48. } » Be . 5 " a i
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