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195 Dios en su propio Hijo, como dice San Pablo *; pero lo he- mos sido, por cuanto este mismo Hijo se hizo Hijo de Ma- ria. En la adopcion de Maria hay un grado de elevacion 4 Dios, que la distingue de todos los demis hijos de Adan, como un rey distinguen su afecto 4 la doncella, 4 quien escoge de entre varias hijas de una familia, para esposa del heredero de su trono: ese rey ama 4 la esposa de su hijo, como d-un objeto que le pertenece, la ama 4 ella’ por ella, por tener adquirida con ella una cognacion*natural; pero no ama asi4 las hermanas de la esposa de su hijo, pues no ha contraido con ellas relacion alguna, que forme inmediata- merite vinculos de familia entre ellas y él; las amara, pero no las amaré 4 ellas por ellas, sino por amor de su hija, por- que la pertenecen y son sus hermanas. » La diferencia de ser Madre 4 ser sierva de Dios es infi- nita, como dice el Damasceno *. Y salta esta 4 la vista, cuando uno contempla con’ Stbticion aquellas dos genera- ciones, la eterna y la temporal, del Hijo de Dios. El] Padre lo engendra eternamente, y eternamente, le esta diciendo estas palabras: Tu eres mi Hijo amado, te engendré hoy*. ;Podrd acaso llegar un instante, en el cual una criatura tenga derecho 4 tomar parte en este coloquio del Padre con su Hijo? Si alguna tomare con verdad estas palabras en sus labios, ha de tener una comunicacion tan intima y familiar con el Padré, que la distinga de todas las criaturas, como se distingue el’sol de los planetas que él ilumina. Y en realidad, Maria es la unica que puede decir al Hijo de Dios estas. palabras: Ti eres mi Hijo, y yo te engendré hoy*. La diferencia por lo mismo entre la Virgen y los demas santos es infinita, y no podemos ex- plicarla de mejor modo, que poniendo aqui literalmente el siguiente razonamiento que formé el gran Alberto. «Entre el Hijo de Dios y su Madre, dice este sabio, se da union sus- tancial; mas entre el Padre Eterno y los hijos adoptivos, no hay sino una participacion accidental. Entre ser Hijo de ————— i “4 Romans, cap. 8, v. 15. 2 Orat. de Dormition. Deip. 5 Psalm., c.2,v.7. 4 B. Petr. Canis., lib. 2 de Deipar.
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