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193 dado, que era el que é] mismo habia sefalado, sin separarse de la gloria de su Padre, pues lo engendra eternamente, bajé 4 mosotros, se nos did, y par una dignacion inefable tomé nuestra naturaleza en el seno de —_ Vagen y se hizo hombre. Todo esto entrafia ‘Sliciaes inefables entre la Vi rgen y el Padre Eterno, que engendra 4 su Hijo en la eternidad, y lo envia en el tiempo. Porque, es verdad que el fin porque Dios envia 4 su Hijo, es para que sea del mundo, pues en el ex- ceso de su amor se le dié, para que muriese por la salud de él; pero antes que este Hijo de Dios sea del mundo, es de la Virgen, puesto que el Padre se lo da 4 ella para que lo con- ciba, lo engendre y lo dé 4 luz, y lo reciba y tenga como 4 cosa suya por derecho natural. Y en efecto, esta mision del Hijo de Dios es visible, y lo es precisamente por la naturale-* za humana que toma en las entrafias de la Virgen. Hay, por consigiente, desde entonces entre Dios y la Virgen las rela- ciones que se engendran entre quien da y quien recibe, las cuales siguen siempre Ja naturaleza del don que se hace, y de la persona que lo hace. E] Padre Eterno da 4 Maria su propio Hijo; Maria lo.recibe en su Seno virginal; lo concibe y lo engendra; y por una consecuencia imprescindible, viene Maria 4 ser Hija del Eterno Padre, asi como la princesa, y aun 1a hija de la plebe, 4 quien un gran rey desposa con su: hijo, es desde el dia del desposorio la hija del rey. - Pero si queremos, -rastrear siquiera, lo sublime é inefable de la elevacion de la Virgen, es necesario examinar el modo como se unen simultaneamente la generacion eterna en el seno del Padre, y la temporal en el de Maria, en el momen- to en que el Hijo de Dios se hace hombre. En la generacion temporal del Verbo eterno se unié la naturaleza divina 4 la humana, faltandolexi esta en su drden lo que necesariamen- te le. habia de faltar, para que el Hijo de la Virgen fuese Hijo de Dios. Toda naturaleza individual termina,y tiene su Complemento en la personalidad; de tal manera que cada individuo’ de una naturaleza constituye un sér, que puede comunicar su. propia naturaleza 4 cuantos séres procedan de él por la generacion, mas nunca su personalidad. Pero en TOMO 1. 18 :

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