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191 lo que era, es lo mismo que lo que es, no habiendo en su en tendimiento mas que un acto purisimo, que identifica esen- cialmente al entendimiento que entiende y al objeto enten- : dido; no existiendo tampoco en él lo que en nosotros, que es la potencia y el acto, ni precediendo el entendimiento al ejercicio de su inteligencia, pues todo es eterno, sin anterio- ridad ni posterioridad, todo purisimo y simplicisimo, sin plu- ralidad ni diversidad '. La eternidad es tan esencial 4 Dios, que sin ella no pu- diera nuestra razon encontrar armonia en los misterios ine- fables de la naturaleza divina, en la unidad de esencia.y tri- nidad de personas. Para que el Hijo de Dios sea Dios, es.ne - cesario que el. Padre lo engendre eternamente, pues tan pronto como hubiese dos actos, habria dos instantes, el pa- sado y el presente, y entonces desapareceria lo inmanente, lo inmutable y lo infinito de la eternidad, que no tiene prin- cipio, ni sucesion de tiempo, ni fin. Pero no sucede lo mismo en la mision temporal de las personas divinas, pues esta se verifica en un instante de tiempo determinado, como dice San Pablo hablando de la venida del Hijo de Dios. Cuando Uegé dice, el cumplimiento de los tiempos, enviéd Dios 4 su Hijo, ‘ Dice Santo Tomas, que ni aun la semejanza de operaciones de las criaturas intelectuales llega 4 ser suficiente para que podamos entender con perfeccion las operaciones de la naturaleza divina. (1.", quaést. 27, art. 1.) Hay muchas razones para ello; porque en Dios, el ser y el en- tender es una misma cosa; y en el dngel y en el hombre no es asi: en Dios no hay potencia y acto como lo hay en nosotros. Nuestro ehtendi- miento no se entiende 4 si mismo, sino por las especies inteligibles; y. Dios se entiende 4 s{ mismo por sf mismo: y por lo tanto, siendo Dios un acto purisimo, el entendimiento y lo entendido son una misma cosa. Por fin, en nuestros actos de inteligencia hay movimiento progresivo, pues cl saber es la asimilacion del.entendimiento con lo sabido, y lo sa- bido es una perfeccion del entendimiento. El entendimiento que mas actos de inteligencia forma, va adquiriendo cada dia mas perfeccion, desarrollando sus facultades mas y mas por sus actos. Pero la diferencia del entendimiento divino es infinita, pues en él no hay potencia y acto: todo es un acto purisimo, y no se perfecciona su entendimiento por su inteleccion, porque el ser y el entender son una purfsima identidad en Dios. (1. p., queest. 14, art. 2.)
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