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ee _ LIBRO OCTAVO. «= aid Relaciones oc con lashave personas ssiyinan, “Por lo que oe dicho. y ‘por lo eetenemos que date se ‘echa de ver con facil deduccion, que la Virgen es el vértice de las maravillas de Dios, el limite de su omnipotencia, la clave que cierra el gran templo que el Sefior se. hace para vivir en él, el resumen y compendio de todas las bellezas fisicas y morales, el lienzo donde pincelé la Sabiduria eterna todos los rasgos que hermosean la union del cuerpo y del espiritu, y en cuyo conjunto resplandece un mundo entero, mas perfecto que el visible, y tambien que el de las inteli- gencias angélicas. Esa Virgen es el centro, de donde parten y 4 donde convergen todas las obras divinas, asi como del disco solar salen todas las hebras de luz que iluminan al mundo. Esa Virgen es el quicio, sobre que’se mueve y donde gira la maquina de la creacion del hombre y de su regene- racion; esla nube ligera ‘, que sirve 4 Dios de carroza para venir al mundo, saliendo comb el sol entre las nubes anaca- radas y arreboladas de la aurora, para alegrar 4 los morta- les, darles animacion, proporcionarles alimento y mostrarles el camino de su felicidad. Tal es la Virgen que Dios sombreé en tipos y figuras 4 los pueblos antiguos, y que se nos ha manifestado despues 4 nosotros como Madre de Dios, Reina de los angeles, Sefiora del mundo, gloria Goh sei de Adan y consuelo de los hombres *. A 4 Isai., cap. 19, v. 1. 2 San Isidoro de Tesalénica hace una bellisima comparacion entre Ma- ria y las demas criaturas, y dice estas palabras: «A quien examine las »cosas con madurez, se le hard claro y manifiesto, que aquella bienaven- — No necesité de criatura alguna para existir; mas, por - contrario,