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* " 10. Y es preciso confesar que los Santos Padres an- duvieron 4 la escuela del mismo Espiritw Santo; quien nos describid cien veces 4 su futura esposa, . compardndola ¢con los objetos mas ricos, hermosos, sorprendentes y magestuosos de lacreacion. Es, segun dicen los libros santos, refulgente como'la es- trella, esplendorosa como el sol, hermosa como la luna, rica como el rio que alegra la ciudad de Dios; es la misma ciudad de Dios; la flor de los campos; el lirio de los valles; la paloma; la hermosa. tortolilla; la columnita de humo formado de mil aromas; la sin mancilla; el vergel cerrado; la fuente de los jardines; el: manantial de aguas puras, que se des- cuelgan en cascadas desde el Libano; la que hizo que apareciese la luz indeficiente en el firmamento: la que, como ligera nube, cubrié toda la humani- dad; la que did vuelta 4 los cielos, estuvo en toda la tierra, y penetré en el profundo del abismo; la que tiene la supremacia en todo pueblo yen toda gente; la que hollé con su pié la fuerza y altivez de los orgullosos; la que por orden de Dios eché sus raices en Jacob, y bus cimientos en Sion, y su mo- rada en el pueblo santificado. Es la zarza que arde y no se consume, el arca de la alianza, el mand del cielo, la varita que florece, el yellocino que recoje el rocio del.cielo, el trono de oro, la puerta donde solo puede sentarse el principe, y el lecho precioso del Salomon pacifico. Es. tambien la Reina que esta vestida de oro, de perlas, de flores, de rubies, de mil variedades, que tienen arrebatadas de amor 4 euan- | tas hermosas hay en el palacio del Rey, y prendado de sus bellezas al mismo Rey. Por fin, el mismo - “