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63 INSTRUCCION tiva, y vaya matando gente en Jerusalen atreyi- da. Salgan y desamparen los Angeles mi- profang- do Templo , y el Angel vengador empiece la ri- za desde mi Santuario: Á Santuario meo incipe (k). Quede desierta esta Casa: Ecce e domus —westra deserta. ¡Oh Catolicos mios! Si ruge el Leon ¿quién no temblará? Estamos escuchando los ecos de tan formidables amenazas en nuestros tristes y cala- mitosos tiempos. ¿Quién será tan temerario que no procure ponerse en salvo de tanto ries- go? Experimentamos los presagios de su ira; por- que su piedad, y Jas oraciones de los justos lo de- enema que. hacen ir. con paso lento á la ven- gAnza. "no se acoge al asilo de la peni- - EXE mo $ , “Católicos , clamemos con David : Do- mine , ne in furore tuo argnas me, neque in ira tua corripias me. Señor de las piedades , no me confundais con vuestro furor , ni sea vuestra ira la que me corrija. La Ley y la razon se formá- ron para enmendar á los hombres en sus costum- bres ; con ellas hace la sofia a susAres ; TO XIV. / La Santa delesia es una Vina, ps en la Sagrada EscSituma algunas. ve- ces baxo la metáfora de A se entienda tropo- (4) Leviticus. Numer, 1. Ese 3- Regum, Kzeq. 6