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264, INSTRUCCION ¿No visteis, un robusto caballo , que tomo nad: mito generoso bruto , ya necesita de la espuela para, estimularlo al camino , yá de la rienda que ¡le reprime el orgullo, y con uno y otro el gi- .hete diestro lo modera y le dirige el paso? Pues de aquesta misma suerte habemos de caminar 4 Dios, estimulando nuestro ánimo con la espuela de. una esperanza, y conteniéndolo con el freno del. temor, dirigiendo la prudencia los caminos, De esta suerte , dice el Doctor: Angélico (m), la esperanza se templa con el temor; el temor per- fecciona la esperanza , y anda el alma muy segura, o incautos. se precipitáron en “el error templar. con. la prudencia ya la nimia rí- y quántos desvarios no cayéron los en- iia orgullosos y precipitados , por de- xarse llevar de su genio , arrestado- áal alguno de los dos extremos? Estas ruinas regularmente pro- vienen por dexar sin reflexion á la voluntad , que es potencia ciega, em manos de las pasiones , d la direccion de extremadas doctrinas. ¿Y quándo no fuéron los extremos de semejantes doctrinas rtos. MONStruos de el extremo de las pasiones? EN de aquí trascienden las empero y los genios. Volvamos los ojos á mirar los errores y Lo- Curas con que se alucináron muchos por fomen- tar la libertad de sus pasiones con la libertad y laxídad de sus doctrinas , y vereis infestada la San- ta Iglesia de heregias por la libertad de concien- (”) D. Thomas 22. question. 19. Art. du