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| CATÓLICA» > 137 do lo que quieren, porque todo lo que quieren es conforme á la voluntad y Ley de Dios. Aquel solamente goza libertad verdadera que es señor de si, ajustado á las leyes de la razon. Este orden racional, y fuero del hombre , lo in- vierte el que se 'dexa arrebatar del impetu. de las pasiones , con que se degrada hasta hacerse mas. contentible que los brutos. Su mismo interior vin=, - dica este agravio que se hace á la naturaleza racio- nal ; pues en medio de sus gustos y aparentes pros- peridades sienten un torcedor , que los hace cono-- cer, que ni son libres , ni son felices. | Es. la conciencia del delinqiiente un Juez y Cen= sor severisimo , cuyas miradas terribles lo acechan y amenazan , aun quando parece que se distrae mas lejos de su atencion. Qualquiera amago de des- gracia lo aterra , y se figura sobre sí la espada. vengativa. Es un Fiscal infatigable , que le hace presente , aun en medio de sus complacencias , el reato de sus delitos ; y no le permite gozarlas ,. porque lo llena de confusion y miedo , aun quan= do se mira mas apartado de los peligros. En fin, toda su libertad le ataca el sobresalto. “Todos los. gustos el micdo los hace desabridos ; y toda su felicidad la cerca un pánico. terror. | Los quatro noyisimos se realizan en la concien= cia del hombre (+). Se verifica la muerte en la con» ciencia mala » ho solo porque quita la vida ,..co= mo sucedió á aquel soberbio Rey Antioco, que en medio de su pompa, regalo y grandeza, ¡pa- saba sin consuclo las noches insomnes hasta mo- (x) Prim. Machab, 4. a

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