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CATÓLICA. > 235 depravada voluntad aquella obscuridad e ignoran- cia. El Padre San Agustin, quando trata de fur to Pomorum, de hurto de la fruta quando era mis ño , dice en sus Confesiones , que toda la felici- dad de los mundanos no es mas que: ¿/mpunita mequitia. Y que no sé deleytaba tanto en el pe- , como en la falsa libertad de -cometerlo, sin qe nadie le dixera ¿Porque haces esc? Para es- to ya se ve qué es menester ocultar el delito. ¿Pues qué libertad es esta? Aquel se dice libre, que en sus obras está sin sujecion, gozando de paz, y se- guro de que lo cautiven sus contrarios ¿ con que solo el que: se acorda con la razon, como á ésta nadie la puede violentar , gozará de verdadera paz y libertad ; que por eso dixo Cristo Nuestro Sez nor: Qui peccat serons est peceati, El que peca se hace siervo del pecado, porque obra contra la _tazon. Pero semejantes Libertinos, como dice el P. San Agustin ,ensordecen 4 las voces de la razon, cometen insultos, y hacen gala de su maldad y esclavitud , /éndose alabados de los que siguen sus caminos : Landatur peccator in desidériis ani- me sue (s). Pero quán distantes esten estos de la libertad moral , lo hacen ver los mismos Filoso- fos morales , que soberbios y engreidos con su ra- cionalidad , «se desdeñaban y tenian á menos de abátitse? al “temor de los"sticcios , y a la baxeza de la codicia, ambicion , torpeza, y- semejantes. ¿Y que HAGA de la tercera des de libertad, que es la mas excelente y propia del Cristianismo? - ao qu (5) Psalm. 9. Y. 77 :