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176 INSTRUCCIÓN el no oir las partes con ¡ndiferiencia es tan ma- lo,.como no oir la inocencia, d conocida, con- denarla. Yo intento en este libro persuadir, la ver- dad en los asuntos, que se 'tratan con .mas, tfre- giiencia- en nuestro siglo , con el designio de que convenza su demostracion ; que no dudo , si te constituyes en un estado de indiferencia , O que te confunda. tu malicia. si .persistes en tu preocu= pacion, 0 que te conyiertas en otro. Yo te con- templo enamorado de la brillandez de este, siglo, que á fuer de debil mariposa te arrebata , te -des- lumbra , y te quema; con cuyo alucinamiento no . puedes registrar el fondo de las verdades solidas; «por tanto , aunque , como dice San Gregorio ,.seg sio mérito la-fe.,. 4 quien. solo. convencen las Hi zones: Nec des haber meritum:cui humana ra- tio pravet experimentum. 3, compasivo. de tu ce- guedad, trabajare en tu convencimiento , para que cierres los ojos por algun rato 4ese aparente ex- plendor ; y recogiendo espiritus en tu entendi- miento , puedas mirar con despejo la verdad, que te propondré en estos raciocinios. -. St o id Amo, , No te objetari como á Lucreciano , Epiciureo, y Materialista, quemo cree, mi conoce la! Vespiri- tualidad , € inmortalidad del alma 3 pues estas propiedades son tan manifiestas (aun prescindien- N do de la fe) que no necesitan para su demostra- ne cion otro argumento , que considerar sus operacio- 4 nes; es 4 saber: cómo tras a la memoria las co- d

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