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CATÓLICA. >. 131 que como Padre le infiuyó sus. propiedades y dos. nes , pues tambien el Espiritu Santo ora con in- nenarrables gemidós?' Spiritus postular pro nobis gemitibus innenarrabilibus (d). Si Señores. Tan excesivo amor y don de la- grimas los recibió “San Pedro: det E iritu ds hiriendo su corazon al golpe de una mirada de 3 sticristo ¿como saquella “piedra que "hirio MOE en el Desierto , y rompió en un rio de aguas: Perscusit petram, er Auxerint aque, ¡Ab _Cató- licos! El Señor (dice el Crisóstomo) está sediento: de las lágrimas de: los: pecadores , y por eso hie- re sus Corazones, duros con continuas inspiraciones «desengaños: Sitir lacrimas. peccatorum (e). ¿Qué antas r Aafidbas” , guerras, enfermedades y con- Mitempos! ¿A que se ordenan tantos trabajos y calamidades , que lloran sin remedio- los reflexivos, sino 4 dispertarnos con estos ¿golpes del letargo: en Esid > ] 1 ¿e suspender, su justa: Don mojo? Mas ¡ay de mi! Que es tal el desórden de una alma infiel, embriagada de vicios, entregada á los desbrdenés del mundo, y esclava de las pasiones , que ni. su perdición la horroriza , nié a los remordimien- tos, ni oye los desengaños , mi la sed: del Señor las exectita'3 la” penitencia. Asi, asi -dexa 4 Dios sediento de su salvacion, y ESE: abandona cie mas desesperada y. telbviblé eternidad y Nisi-> (4) Pauli ad Roman. v. 8: cap: 26. m5 al le) D. Chrisost. Serm. 93. a: ein (>)