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116 INSTRUCCION | 7)¡Oh qué reflexion tan digna de tantos y- tan» tos que se precian de Catolicos , sujetos á las Le- yes de Jesucristo! Lamentase el alma , verdadera- mente cristiana , en los Epitalamios de: Salomon, al yer que el Esposo Divino se le ausenta; por- que en quitar el pestiilo de la puerta anduvo tar- da y remisa (1). ¿Y que significa aquel pequeño pestillo , sino la negligencia en quitar las culpas leves , dice Ricardo? Porque el festillo , aunque pequeño , es bastante para tener cerrada la puer- ta, y que el Esposo Divino: se ausente de nues- tras almas. Esta es tambien la causa porque el So- ee no nos visita muchas veces franqueandonos su ostabda d d articulares gracias y beneficios, y que- . mi «violenta, su largucza ; por- que nosotros no. le da gar e huestra in= disposicion. La fiera, a de montes , se Tena das yor al escuchar el canto de un Gallo. El mas fie- ro Elefante solo de un raton se estremece y tiembla. El silvo de una vibora amaina el mas so- berbio toro. La remora pasma las naves, Un mos- hos a. deun A y apénas hay co- | Je por. pequ > se haga temible A la grans eza, re? + €s contraria. Y sucediendo esto en lo fixico: ¿que diremos en lo moral de aquellas, culpas, que aunque leves, en el Infierno se pagan con eterna pena, y en el Purgatorio con atroces lla- mas? Pero lo que la hace temible es , el que no hay pecado , pequeño , que no respire tibieza -(m) Cihiiicor: cap. $. Y. 5.

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