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CAPITULO XVI. Sobre el oficio del enfermeros . I. EE oficio. tan recomendable 4 los ojos deDios y de N. S. P. debe eftar 4 cargo de un Re- ligioso Lego en-el Convento capital : el que sera bien, se halle inftruido en la facultad, y que juntamente ten= ga las prendas de muy afable para consolar y recrear 4 Jos enfermos , suftido ‘para sobrellevar sus molettias , ‘compasivo para sentir sus penas y aliviarlos , discreto para servitlos “sin dato de su salud; -y Sobre todo cas ritativo para tener por alivio propio , eb emplearse € en su servicio, aunque fuese mencfter perder dias y_ “noches en efto (a). Mas en Ios Conventos en que no hay dipu= tado enfermero , el Prelado sefalara un Religioso apto para el minifterio, quien correra desde entonces con to~ do lo perteneciente a la asiftencia del enfermo ; excep- ‘preparar la. comida y> algunos medicamentos > qué eftara a cargo del cocinero. 2. Luego que algun Religioso cayere enfermo , lo manifeftara a su’Prelado ;y despues con su o dara as al es »¥ en sus oie O. sp ? eee nd esariora swt curacion. EI palediotr< te adminiftrara Ia comida y "medicines 4 los tiemposiconve- -nientes, cumpliendo con la mayor ¢xactitad em quanto vel. Medico ordenare yy no siguiendo los dictamenes de Jos demas por fundados: que parezcan: visitelos:freqiien- aemente de diay de ‘noche, y con tal caridad que les dé confianza re te manden. qualqaiera.cosasBin
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