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eesitro,con animo generoío 4 manejar efte elpantolo ob- jeo, A que la fuprema Reyna de da Gloria, que es el bl anco principal de elta grande fief- a, ha de “ convertir.en- placida fuavidad toda la turbada inquietud de lu amargura, ) Quando mueftro Gran Dios, que es s el Señor de la vida , y:de Ja muerte , lega á la puerta de nueftra vida, y Mama con irreliftible: impulto., como el miímo dice en la Sagrada Elcrirura, fiendo los Bolpes las moleltias amar- gas de la enfermedad peligroía , legun «el dictamen de San Gregorio el Grande : Quando con una elcalada , he= -cha por forprefa; fube la inexorable parca por las melan- «Colicas yentanas del rieígo ultimo, como dice un Profera, y afoma por eltas el pálido roftro de la defcarnada muer- to Le antes:de es a re inmediaciones , donde ha q An je sio ble, hea as el golpes. pte rifte enfermo caidos los ¿brazos , las a _avhelante el pecho, el cuello *Janguido, pa. eL rolito; los-ojos márchicos; los: labios feamente abiertos, la: refpifacion congojolamente afana da, y rendidas, y poftradas las fuerzas'; y 4 todo efte laftimofo cumulo de accidentes , que difponen y van 4 ejecutar el poltrer aliento, lo explicamos con-el nombre de agonia. Quantos fois teltigos de efte efpeétaculo me-- lancolico, eltais poleidos «del temor, wde la rrifteza, dela compalon, y de otros funeltos afeétos , explicados en al- gunos ayes, que afomah 4 los a y en: auriecio qe. que empañan los. ojos. -: | Pero no habcis: de ¡parar aqui, Paladadelate, y uds aphi za £ rm.