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"RA 4 ! 1 ! j il 8 1 B li ! ON _— — OS p A A A 368 fa y omega, principio y fin, único camino para lle- gar á la divinidad ido este segundo obstá- 1. Remov culo, tendremos más expedita la vía. XXIX Un medio necesario y muy provechoso para el ade- lanto espiritual. La devoción á la Virgen. Su ya- lor é importancia. Sin ella no es católica la vida de ningún mortal. Por María se va á Jesús, y por Jesús al Padre. Pruebas. Los primeros milagros de Cristo, tanto en el orden natural como en el sobrenatural, fueron hechos por medio de María. Es una creación especial del Altísimo. Su devoción es hasta cierto punto necesaria para salvarnos. Es la Reina de todos los santos, y el que prescin- da de Ella, no lo será nunca. Debemos obsequiar- la, y de qué modo. Cántico á María. Es estrella de los mares, y en Ella fija sus ojos el alma que na- vega por el golfo de la vida. Afectos amorosos. ¡XXX Otma cuenta de conciencia. Interioridades del alma. Sentimientos de dolor y contrición. Sus caracteres, importancia y trascendencia en la vida espiritual. Son un gran don del cielo. La oración y mortifi- cación son alas para volar á las altas regiones de la santidad. Quién da vigor á esas alas. Si hay al- go en nasotros que se parezca á la vida de un San- to. Diferencia radical entre el impío y el piadoso, y en qué consiste. Los afectos de contrición pueden perderse, y porqué causas. Los directores de almas deben reparar mucho en ello. Frutos que traen al alma. Son tantos que dan abundante cosecha. XXXI Los muchos cuidados y excesivos quehaceres son gran impedimento para la perfección. Pueden compararse con un escollo sobre el cual se estre- lla la navecilla del alma. Alegoría. Vivir á la an- tigua usanza, y vivir á la moderna. Viviendo con muchos afanes no se puede tener quietud. El car- garse de muchos ouidados supone indiscreción. San Francisco de Sales y su Filotea. San Bernardo y el Papa Eugenio III. Marta y María. Por qué causa se convierten en mundanas muchas personas pia- dosas. . . e 212 219