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363 Págs. cer. Lo que s 1frieron algunas vírgenes por conser- var su pureza. Cuán dichosas fueron. Su ejemplo nos debe animar. La posesión de esa virtud es una señal de predestinación. 82 XIV La virginidad es la flor de la castidad. En qué con- siste. Tres clases de castidad. La virginidad es la más perfecta. Es fácil el perderla. ¿Se puede recobrar alguna vez? Pensamientos de San Ambrosio sobre las tres clases de castidad. Es por decirlo así, la y 1r- tud que más nos ayuda para la santificación. Peli- gros que la rodean.Una pasión enemiga de la cas- tidad. A cuantos ha derribado esa pasión. Quejas de San Agustín. Siempre debemos temer. : Ss XV La mortificación. Su razón de set. Es de absoluta ne- cesidad para santificarnos. Su dignidad y conve- niencia. Ennobleceal hombre que la practica. Es el arma que da muerte al último enemigo del al- ma. Doctrina de San Pablo. La mortificación obra rodigios en el hombre. Porque razón los obra. Los que miran la mortificación como un consejo evangélico, se equivocan. Es de prece to. Puede ser interior y exterior. Esta última es de dos cla- ses, aflictiva y privativa. Lo quese hade tener presente en ellas. Vale más errar por defecto que sor exceso. En las interiores sucede lo contrario. Mododepracticarlas. 95 XVI Cuáles son las mortificaciones mejores y más meri- torias. Pasan casi desapercibidas para los mismos que las sufren. La mortificación corporal es nece- saría, aunque sea inferior ú la espiritual. Razones de ello. Tiene sus dificultades y peligros. Frutos y provechos de ellas. El gozo espiritual. Aumenta a devoción. Dispone para la oración. Hace discre- taalalma. Acrecientala vista interior, ensanchan- dolos horizontes del espíritu. Objeciones contra la mortificación. Se responde áellas. . 102 La exageración destruye el buen sentido. ciones y errores jausenfstas. La natur:
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